El estadounidense Tiger Woods cerró ayer una jornada histórica, al firmar una cuarta tarjeta con 69 golpes (tres bajo par), para un total de 274 (-14), que le permitieron hacerse con el Masters de Augusta y, con ello, vestir la que es su quinta chaqueta verde.

A sus 43 años, catorce años después de dominar en Augustra por cuarta vez y once tras su último grande (US Open), Tiger ha vuelto a deleitar a todos, a jugar como hizo en los años que era el número uno mundial.

Lo hizo en una jornada que inició a dos golpes, del entonces líder, el italiano Francesco Molinari, en la que alternó seis birdies y dos boggies, y deleitando al numeroso público presente el Augusta.

Rahm, en el 'top ten'

El vizcaíno Jon Rahm, por su parte, terminó su tercera participación en el Masters entre los diez primeros clasificados del torneo.