El Villarreal dio ayer un paso de gigante hacia el objetivo de la permanencia al deshacerse, por un ajustado 0-1, del Girona en Montilivi, donde los pupilos de Eusebio Sacristán, que encajaron la cuarta derrota consecutiva, no ganan desde hace más de cinco meses. El cuadro castellonense sale del abismo y se sitúa con dos puntos de margen sobre el Valladolid, el equipo que, a falta de seis jornadas por el final, marca las posiciones de descenso.

El Villarreal pronto impuso su calidad sobre el césped de Montilivi, sometiendo al cuadro local con gran intensidad. En el minuto 7 Samu batió a Bono en el uno contra uno con un remate ajustado al palo derecho del arquero marroquí del conjunto de Montilivi, que reclamó unas manos de Iborra en la frontal del área visitante.