El Atlético logró una sufrida victoria en Ipurua, merced a un gol de Lemar en un partido en el que los de Simeone tuvieron que dejarse la piel para batir al cancerbero serbio Dmitrovic, quien evitó hasta el tramo final el gol en contra de un Eibar que dio la cara en todo momento, pero que no tuvo fortuna en el último remate.

El partido arrancó de forma trepidante. El Eibar apretaba y empujaba en los primeros minutos ante un equipo de Simeone.

La intensidad y la presión de ambos conjuntos llevó a unos minutos de mucha lucha en el centro del campo y poco juego vistoso, aunque se dejaba ver la idea de los dos equipos de tratar de desgastar las fuerzas del rival.

Así se llegó al descanso, con las fuerzas igualadas y las espadas en todo lo alto.

Con el paso de los minutos el Atlético quiso dar un arreón al partido sabedor de lo que se jugaba. Lo mejor del encuentro era la emoción, porque seguía muy abierto, tanto que Lemar adelantó a los suyos en el minuto 85, tras una gran contra del Atlético en la que no perdonó y sentenció.