El 14 de abril de 1963 Rafa Ceresuela entraba en la historia del Pontevedra CF al marcar el gol que supondría el primer ascenso del equipo a la máxima categoría del fútbol español. Ayer, 21 de abril de 2019, 56 años después de aquella gesta, se apagaba la luz de una de las grandes leyendas del club pontevedrés. El mítico delantero granate fallecía rodeado de sus seres queridos en su ciudad de adopción a los 80 años. Su cuerpo ha sido velado en el tanatorio de San Mauro y el entierro tendrá lugar hoy en la más estricta intimidad; mañana, a las 18.30 horas, será el funeral por su eterno descanso en la basílica de Santa María, de la ciudad pontevedresa.

Rafa Ceresuela (Zaragoza, 1938) llegó al Pontevedra en 1962 gracias a que el técnico Rafael Yunta Navarro lo había entrenado anteriormente en el Burgos. Acertó el míster, pues al final de aquella temporada el equipo granate ascendería por primera vez en su historia a Primera División con un gol suyo, el conocido como el gol do allo porque poco antes de marcarlo se había sentado encima de un ajo cuando se ataba las botas.

El propio Ceresuela se refirió a este mítico tanto en un reportaje de octubre de 2016 con motivo del 75 aniversario del club granate. "La historia es verdad. Yo nunca supe si de verdad me había sentado o no sobre una cabeza de ajo, pero lo cierto es que al salir al campo tras atarme la bota, un guardia me lo gritó. Luego, me vino el balón y me salió uno de los mejores disparos de mi vida", recordaba el delantero aragonés, que aseguraba que no le cansaba hablar del mítico gol ante el Celta (1-1) que supuso el ascenso a la máxima categoría del fútbol español cuando todavía faltaba una jornada para que finalizase la competición.

Aquella primera temporada en la élite se vivió con mucha ilusión en la ciudad, y es que en solo cinco años el club había pasado de jugar en Regional a hacerlo en Primera División. Pasarón se ganó a pulso la fama de estadio duro, haciendo sufrir a equipos como el Madrid del mismísimo Di Stéfano, con Ceresuela como protagonista al marcarle un gol con el que lograría una de las victorias más mediáticas de la historia del Pontevedra. Después llegarían el mítico 3-0 a los blancos en la temporada 67-68 y el empate a dos goles en el Santiago Bernabéu al año siguiente.

Rafa Ceresuela era el delantero centro de un equipo que marcó una época, el Pontevedra del Hai que roelo. La primera experiencia en la máxima categoría fue efímera, pues duró solo una temporada (la 1963-64), pero el equipo granate se volvió a ganar un puesto en la élite en 1965, y lograría mantenerse durante cinco campañas.

Fue el año de su regreso a Primera División cuando el Pontevedra firmó uno de los grandes hitos de su historia, al colocarse líder en solitario de la máxima categoría del fútbol español. Fue el 28 de noviembre de 1965, tras ganar por 1-0 al Atlético de Madrid con un gol de Pepín Odriozola, una gesta que lo llevó a la portada del Pravda soviético. No contento con eso, aquel equipo de trabajadores mantuvo su liderato una jornada más y se proclamó campeón de invierno.

La historia del Hai que roelo todavía permanece en la memoria de muchos aficionados al fútbol de toda España, que recuerdan especialmente la goleada al Madrid a finales de 1967. Los granates se impusieron por tres a cero con goles de Roldán, Antonio y Odriozola. Aquella temporada, los tres primeros clasificados (Madrid,Barcelona y Las Palmas) perdieron en el viejo campo de OBurgo.

En los últimos años, después de haber vivido esos históricos enfrentamientos, a Rafa Ceresuela le dolía ver a su Pontevedra en Segunda B y en Tercera División. Tras dejar el fútbol, el mítico delantero se dedicó a disfrutar de su familia, su mujer, sus seis hijos y sus 14 nietos. Ayer falleció el mito para dar comienzo a la leyenda.