Diez horas ininterrumpidas de judo en el Trofeo Liceo La Paz, que ayer celebró por su cuarenta aniversario una auténtica fiesta de deporte en la que por los nueve tatamis dispuestos en el pabellón colegial pasaron más de 1.600 niños de 80 equipos y colegios de la ciudad y de toda la provincia, pero también por primera vez llegados desde Cataluña, en concreto del Club Terrasa. El público también acompaño en la grada, sobre todo en la jornada de la tarde en la que entraron en escena las categorías de los más pequeños: prebenjamines e iniciación.

La competición arrancó sobre las ocho y media de la mañana con los primeros pesajes. La actividad en el tatami dio comienzo con los mayores, los sub 18, hacia las nueve. Después pasaron los sub 15, los sub 13, los prebenjamines e iniciación, sin parar hasta las siete y media de la tarde, cuando se apagaron las luces.

Mucho ha cambiado desde aquel 1979 en el que se ponía en marcha el trofeo. Durante estos 40 años, en la organización del trofeo ha destacado la labor de José Vázquez Vázquez, coordinador de judo en el colegio y decano de los trofeos escolares de judo a nivel estatal, así como fundador de la propia competición.