Al Deportivo Liceo solo le falta un jugador para cerrar la plantilla de la temporada 2019-20 tras confirmar la incorporación del argentino Franco Platero. El que fuera internacional sub 20 con la albiceleste llega para aportar experiencia y contención a una zaga verdiblanca que sufrirá las bajas importantes de Eduard Lamas y Sergi Miras. Franco, hermano de Matías Platero, que se acaba de proclamar campeón de la Champions con el Sporting de Portugal, llega procedente del Forte dei Marmi, con el que precisamente ya visitó el Palacio de los Deportes de Riazor esta temporada. Tiene un amplio bagaje en el hockey europeo, con cinco cursos en el país transalpino en los que levantó una liga, una copa y una supercopa en las filas del Lodi. Y con 27 años se pondrá a las órdenes de Juan Copa en uno de sus mejores momentos deportivos.

Será el quinto refuerzo del conjunto coruñés. Ya antes se habían hecho oficiales los de los mellizos Di Benedetto, Roberto y Bruno, que se incorporarán después de haber ganado dos Copas de la CERS consecutivas con el Lleida; y de los también hermanos Grau, el delantero del Noia Marc y el portero Carles. Precisamente, este tuvo una destacada actuación el fin de semana pasado en la final a cuatro de la Liga Europea. Fue decisivo en la tanda de penaltis de las semifinales, en la que secó al Barcelona y metió al Porto en la final. Pero en ella el técnico Guillem Cabestany decidió dejarle en el banquillo, aunque el título finalmente fue para el Sporting de Portugal de los exverdiblancos Toni Pérez y Henrique Magalhães.

La renovación de la plantilla será prácticamente absoluta. De la presente temporada solo quedarán Martín Rodríguez en la portería y David Torres, que a sus 25 años presumiblemente asumirá el rol de capitán. También tendrán su hueco los argentinos Facundo Bridge y Fabrizio Ciocale, que este curso compaginaron el primer equipo con el filial. No seguirán Xavi Malián, Sergi Miras y Carlo di Benedetto, que ficharon por el Porto; Eduard Lamas, que se enrolará en el Benfica; Marc Coy, que va camino de Italia, y Josep Lamas, de 38 años y al que le queda un año de contrato pero con el que el club no cuenta para un proyecto en el que la clave será el cambio generacional. Con cinco incorporaciones y los cuatro que continúan, solo queda un fichaje más para cerrar la plantilla. El club sigue trabajando y peinando el mercado. Apunta alto. Busca un perfil de jugador consagrado, alguno de los que pueda quedar cortado de las grandes ligas europeas y que apuntale una plantilla joven, con mucha proyección y hambre de títulos.