El ecuatoriano Richard Carapaz (Movistar) ganó ayer su primer Giro de Italia tras defender su ventaja en la clasificación general sobre Vincenzo Nibali (Bahrein) en los 17 kilómetros de contrarreloj final disputada en Verona.

Carapaz, primer ecuatoriano en ganar el Giro y ovacionado por decenas de sus compatriotas en la Arena de Verona, encaró la contrarreloj con un minuto y 54 segundos de ventaja sobre Nibali y, pese a perder 49 segundos con respecto al italiano, se coronó campeón.

El corredor de Tulcán, de 26 años y cuarto clasificado en la última edición, hizo historia tras acabar el Giro con dos victorias de etapa, en la cuarta y en la decimocuarta, y un paseo triunfal en Verona.

Acabó con un minuto y 5 segundos de ventaja sobre Nibali y con 2 minutos y 30 segundos sobre el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), que le arrebató el podio a Mikel Landa (Movistar) por 8 segundos.

El más rápido en la contrarreloj de fue el estadounidense Chad Haga (Sunweb), que entró en meta con un tiempo de 22 minutos y 7 segundos.

La 102 edición del Giro de Italia concluyó con una prueba contrarreloj individual completamente disputada en la norteña Verona, con salida en la Feria y llegada dentro de la icónica Arena, abierta para la ocasión y arreglada con una alfombra rosa.

Tras la espectacular victoria lograda en la decimocuarta etapa y las grandes actuaciones de la última semana, Carapaz llegó a la cita final del Giro como sólido líder y con todos los pronósticos a su favor.

El ecuatoriano sumaba un minuto y 54 segundos de ventaja sobre Nibali, 2 minutos y 53 segundos sobre Mikel Landa y 3 minutos y 6 segundos sobre Primoz Roglic, que pese a ser un especialista de las contrarreloj llegó a Verona sin opciones de victoria.

"Pensando en ese minuto y 54 segundos que tenemos, no creo que debamos perder tanto tiempo. Creo que nos puede servir. Pero cuando es competición siempre puede pasar de todo", afirmó Carapaz al acabar la etapa del sábado. Veía la hazaña acercarse el ecuatoriano, y ayer se convirtió en una fiesta.

Bajo el sol de Verona, con unos 29 grados de temperatura, Carapaz salió tres minutos después de que su primer rival, Nibali, empezara su prueba.

El Tiburón acabó en 22 minutos y 30 segundos y Carapaz, que gestionó con autoridad su prueba, terminó en 23 minutos y 19 segundos. Sabía que el margen era amplio y pudo disfrutar cada metro que le llevaba a la Arena.

El ecuatoriano entró ovacionado por sus aficionados y por su mujer e hijos. También estaban sus padres, que viajaron a Italia sin que el corredor lo supiera, según admitió él mismo al acabar la prueba.

La contrarreloj vio la victoria de Haga (22 minutos y 7 segundos), quien llegó por delante de los belgas Victor Campenaerts (Lotto Soudal, 22 minutos y 11 segundos) y de Thomas De Gendt (Lotto Soudal 22.13).

Así, el Giro acabó con Carapaz vestido con la maglia rosa de campeón. El alemán Pascal Ackermann (Bora) ganó la clasificación de puntos ( maglia ciclamino); el mejor escalador ( maglia azul) fue Giulio Ciccone (Androni Giocattoli) y el mejor joven ( maglia blanca) fue el colombiano Miguel Ángel López (Astana).

Pamplona también lo celebra

La victoria de Richard Carapaz en el Giro no solo ha convulsionado a todo Ecuador, que no vivía una fiesta deportiva de alta gama desde los triunfos olímpicos y mundiales del atleta Jefferson Pérez, sino que ha despertado un terremoto de reconocimiento hacia el ciclista no solo en lo deportivo, sino en lo personal.

La trayectoria de Richard Antonio Carapaz (El Carmelo, Carchi, 26 años) no ha sido un camino de rosas, sino que ha estado marcada por el sacrificio, la constancia y el reto de perseguir un sueño hasta conseguirlo, inculcado por su padre, Antonio Carapaz, transportista de profesión.

El vencedor del Giro, que descubrió su primera bicicleta entre la chatarra y que no hizo caso a nadie cuando en el colegio le aconsejaban que dejara el ciclismo porque no llegaría a nada, se inició en Ecuador a los 15 años en el equipo que actualmente se llama Coraje Carchense. Después pasó al RPM, en el que se destapó ganando la Vuelta a Guatemala y los Panamericanos sub 23.

La siguiente estación en su trayectoria fue Colombia, país limítrofe con la parroquia El Carmelo, del cantón Tulcán, conocida como la "capital del ciclismo ecuatoriano", donde ha vivido y vive la familia de Richard. En el país cafetero militó en el Srongman, y con ese maillot se convirtió en el primer extranjero en ganar la Vuelta de la Juventud.

Este resultado no pasó inadvertido para los observadores y técnicos del equipo español Lizarte, filial del Movistar y nombre comercial de una estructura que lleva 27 años de andadura, la Asociación Deportiva Galibier, con sede en Navarra. En Lizarte el triunfo de Carapaz, residente en Pamplona, se vive como propio.