Julen Lopetegui, presentado ayer como entrenador del Sevilla para las próximas tres temporadas, reconoció "la grandísima ilusión" que tiene por estar en un "equipo grande y ambicioso" y afirmó que él y su equipo técnico tratarán de "ayudar" para que siga siendo así.

El técnico vasco, acompañado por el presidente del club, José Castro, y el director deportivo, Ramón Rodríguez Monchi, no quiso pasar la oportunidad de tener un recuerdo para José Antonio Reyes y su primo, fallecidos el pasado sábado en un accidente de tráfico, y también deseó una pronta recuperación al otro familiar herido.

Lopetegui aseguró que no tuvo "la mas mínima duda" cuando le plantearon la posibilidad de entrenar al Sevilla y que "ahora toca construir ese sueño y darle forma". El exseleccionador nacional y exentrenador del Madrid comentó que está "lleno de energía" e insistió en que llegan a un gran equipo "a ayudar a que sea un poquito más grande".

Sobre objetivos deportivos para la venidera temporada afirmó que serán "ambiciosos" pero sin ponerse "metas concretas", solo la de "buscar los tres puntos cada partido" para después ver "a dónde se puede llegar".

Ante las dudas planeadas por un sector del sevillismo sobre su incorporación como entrenador, subrayó que van "a tratar de trabajar para que el equipo le dé argumentos" a la afición "para que esté orgullosa".

Lopetegui recordó que ha "sufrido" al estadio Ramón Sánchez Pizjuán "como rival" y que ahora va "a disfrutarlo como local", lo que es un activo "para cualquier entrenador". También puntualizó sobre su etapa en la selección que él no dio "ninguna espantada", que fue "cesado" y que "no por repetir muchas veces una mentira ésta se convierte en realidad".

Sobre su siguiente destitución en el Madrid, dijo que salieron del club "en el momento en el que se trataba de hacer algo diferente" y consideró tuvieron que dejar el equipo "muy temprano".

Lopetegui se quiso centrar en esta nueva etapa y afirmó que su idea de fútbol es "sacar el máximo de los futbolistas, ser ambiciosos, atacar bien y defender bien para ganar partidos y que el sevillismo esté contento".

"Todos los entrenadores quieren ganar, cada uno con un camino y en función de los jugadores que tiene. Una vez conformada la plantilla se trabajará para que dé lo máximo en el aspecto individual y colectivamente", comentó.

El guipuzcoano, quien llega con Óscar Caro como preparador físico y con Pablo Sanz y Pepe Conde como ayudantes, afronta este nuevo reto cuando está cerca de cumplir 53 años.