Un micrófono con geolocalizador instalado en un Mercedes de Carlos Aranda, imputado junto a otras cinco personas en el caso de presuntos amaños en el fútbol español, registró conversaciones que probarían, según la policía, el acuerdo para el resultado del partido Valladolid-Valencia del pasado 18 de mayo.

Esta información forma parte del sumario del caso y está incluida en una petición hecha al instructor por los investigadores el pasado 20 de mayo, ocho días antes de producirse las detenciones, de prórroga de las escuchas a través del referido micrófono durante dos meses más.

El escrito se inicia con las conversaciones mantenidas el 16 de mayo por Raúl Bravo, presunto cabecilla junto a Aranda de la supuesta organización criminal, con el capitán del Valladolid, Borja, para quedar a "tomar un café" en un restaurante.

La confianza de Bravo y Aranda en los teléfonos encriptados usados permitió a los investigadores servirse de las grabaciones hechas a través del micrófono, instalado el 27 de marzo de ese mismo año tras obtener unas llaves del coche la policía con autorización judicial.