La selección española volvió a hacer historia al vencer ayer por 86-66 a la de Francia para adjudicarse la medalla de oro en el Eurobasket de Letonia y Serbia, reeditar el título y romper la maldición, porque no se conseguía desde hace 28 años. En los últimos seis años y cuatro Europeos, ha ganado tres oros, y es su séptimo metal en los últimos siete años. Algo descomunal. Francia, por cuarta ocasión consecutiva se queda con la miel en los labios.

La selección española salió directa hacia el oro. Sin red, sin ambages, con el convencimiento del deseo y con una Marta Xargay que anotó tres triples en los dos primeros minutos y medio, 13-6. El baloncesto directo del equipo español y la valentía y el acierto en ataque de las jugadoras de Lucas Mondelo sorprendió a una selección francesa en la que solo Sandrine Gruda daba muestras de su enorme calidad.

Pasados los primeros minutos de juego, las jugadoras galas se sumaron a la fiesta ofensiva y gracias a su velocidad en las transiciones se acercaron en el marcador, 19-18 (m.6.30). España supo reconducir su juego y con una defensa fuerte, solidaria y espartana consiguió cerrar el primer cuarto con un favorable 32-21 gracias a su acierto en el tiro con 6 de 8 triples y un 75 por ciento de acierto.

En el segundo acto, y con las rotaciones, no bajó el nivel defensivo de las españolas gracias al sordo trabajo de Laura Gil. Pese a todo comenzó mejor Francia que recortó distancia, 34-29 (m.13). Con una Astou Ndour dominadora bajo los tableros, aunque no tan anotadora, y con una Silvia Domínguez a gran nivel, las españolas consiguieron endosar un parcial de 12-0 a las francesas para meter la directa hacia el título, 46-29 (m.16.20). La máxima ventaja, 17 puntos. Francia intentó cambiar defensas, una zona inicial de acoplamiento, pero no consiguió mucho rédito ante el gran trabajo de las nacionales, que alcanzaron los vestuarios con un prometedor 50-36.

La selección gala salió muy activa al tercer cuarto, incrementando el ritmo de su juego para intentar recortar en el marcador, 54-44 (m.23), pero España aguantó el tirón, con Xargay de nuevo tirando del carro, y mantuvo su ambición ofensiva y su trabajo defensivo para continuar con la tendencia dominadora en el partido. Lo que le permitió obtener una nueva ventaja máxima, 67-49 (m.27). Al final del tercer cuarto, con el 70-56 la selección española entreabrió las puertas de la gloria.

Un nuevo triple de Xargay y la defensa permitieron a España echar el ancla al marcador francés, que se quedó a cero en los primeros tres minutos del cuarto de la verdad, 73-56.

Con el brillo del oro en las pupilas de los ojos de las jugadoras de Mondelo, España supo navegar por los minutos más decisivos y llegar a los últimos cinco con la máxima ventaja, 78-59.

Lejos de relajarse o de levantar el pie del acelerador, el equipo español siguió aumentando su renta, 82-59 (m.36) para tener un final tranquilo „no como en las semifinales del sábado frente a Serbia„ y volver a hacer historia. El 86-66 rubricó el gran partido de las españolas.