Los tiburones ya esperan para lanzarse a la piscina. Terminada la competición en artística, aguas abiertas y saltos „continúa la de waterpolo„, arranca la natación, la gran esperada. El Mundial de Gwangju (Corea) será la última gran cita antes de los Juegos Olímpicos. Según las estadísticas, la mayor parte de los medallistas aquí lo serán también dentro de dos años en Tokio. Momento para la confirmación de las estrellas emergentes y para que los ya consagrados aguanten el tipo. Tiempo también para los grandes regresos a la piscina. Y con un panorama muy abierto. La especialización es cada vez mayor y ya no hay un polivalente como en su día lo fue Michael Phelps. Aun así, hay varios candidatos a acumular varios títulos, como el estadounidense Caeleb Dressel, gran dominador de la velocidad, pero sobre todo en la categoría femenina con la estadounidense Katie Ledecky, la sueca Sarah Sjostrom y la húngara Katinka Hosszu.

Una es la reina del fondo. Otra de la velocidad. Y la tercera, de los estilos. ¿Pero quién será la de la competición? Tiene todas las papeletas la estadounidense porque además de sus bazas individuales cuenta con las de los relevos, por lo menos dos „4x100 y 4x200 libres„. La americana no ha tenido rival en 400, 800 y 1.500 libres, aunque este año la amenaza se llama Ariarne Titmus, aunque parece un peldaño por debajo de la estadounidense y todavía tiene que refrendar sus excelentes marcas en una gran competición, como le ha pasado en los últimos años a muchos nadadores australianos.

Tampoco hay nadie en disposición de arrebatarle los títulos de 200 y 400 estilos a la gran señora de hierro, la iron lady Katinka Hosszu. Tendrá más problemas en las pruebas de espalda, con las armadas australiana, estadounidense y canadiense y la italiana Panziera. Sjostrom, por su parte, también domina como nadie la mariposa, pero en libres le salen rivales por todas partes como las hermanas australianas Campbell o las campeonas del mundo y olímpica Pernille Blume y Simone Manuel.

Las tres convergerán en la prueba de 200 libres. Están inscritas „salvo que por cambios de última hora o por incompatibilidad se den de baja„ en la que será la prueba reina del campeonato, porque a ellas se les suman nombres como el de la italiana Federica Pellegrini, vigente campeona del mundo y la gran dama de la distancia, Ariarne Titmus y la canadiense Taylor Ruck, aunque tampoco hay que olvidarse de otras como la estadounidense Allison Smith, la también australiana Emma McKeon y la francesa Charlotte Bonnet. Alguna se tiene que quedar fuera.

Entre los hombres, aparece el nombre de Caeleb Dressel. Hace dos años, en Budapest, solo falló en la final de 50 mariposa. El resto fueron todo oros: 50 y 100 libres, 100 mariposa y los relevos de 4x100 libres y 4x100 estilos tanto en masculino como en mixto. En total, siete. Otro que puede tener protagonismo es el chino Sun Yang. Ya lo ha tenido antes de llegar a Corea por sus polémicas fuera de la piscina, siempre rodeado por el aura de las trampas „como la rusa Yuliya Efimova, cuyos duelos con la estadounidense Lilly King prometen echar chispas„. Hace unos meses que su guardaespaldas rompió una muestra de sangre que le acababan de sacar los inspectores antidopaje. Sigue sin ser sancionado.

Para el resto hay casi que ir prueba por prueba y estilo por estilo. El rey Adam Peaty en las pruebas de braza, la batalla húngara en el 200 mariposa, la pujanza japonesa en los estilos, el joven ruso Kliment Kolesnikov para la espalda... muchas baza y, muchos atractivos para no parpadear ni un segundo.

En cuanto a la representación española, escasa, es una incógnita el estado de forma de Mireia Belmonte. Se ha dejado ver poco y lo poco que se ha visto no anima al optimismo. Participa en 400, 800 y 1500 libres, 200 y 400 estilos y 200 mariposa. Por detrás de ella, Jessica Vall, siempre con opciones en sus 200 braza. Completan la lista de españoles Marina García, Catalina Corró, Jimena Pérez, África Zamorano, Lidón Muñoz, Joan Lluís Pons, Hugo González de Oliveira y Juan Segura.