"Lo que ya está (hecho), ya está" aleccionaba el técnico español Miki Oca a sus jugadoras después de ganar ayer con claridad a Hungría (16-10), clasificarse para la final del Campeonato del Mundo, que se está disputando en Gwangju (Corea), en la que se enfrentará mañana Estados Unidos, y de paso obtener su clasificación automática para los Juegos del próximo verano en Tokio.

Y es que España dio una lección de juego defensivo y ofensivo, una superioridad incuestionable frente a un rival de prestigio, un derroche físico y un ejercicio de solidaridad, cimentado en el juego de las lanzadoras y el trabajo de las boyas.

Será la tercera final de España, ganadora en 2013 en Barcelona, que perdió hace dos años en Budapest y que vuelve de nuevo a estar ahí arriba. Se reinventa el equipo de Oca con nuevas jugadoras y no para de mejorar.

La salida de Roser Tarragó, de vuelta al equipo tras cuestionarse ella misma su papel en el waterpolo en los últimos tiempos, le dio la primera ventaja a España (2-0), Hungría igualó (2-2), pero ese fue el único empate en todo el partido. Anni Espar, Judith Forca y otra vez Tarragó pusieron el 5-3.

El mejor waterpolo se vio en el segundo cuarto, con un toma y daca espectacular. A dos minutos para el descanso y con 10-6 tras un gol de Paula Leitón todo parecía encarrilado, pero las magiares volvieron a aparecer con un parcial de 0-2 que lo volvía a equilibrar todo (10-8).

Pero apareció Judith Forca y lo cambió todo con tres goles en el tercer cuarto que, sumado a otro de Bea Ortiz, dejó a las centroeuropeas sin argumentos (14-9) pese a que España ya tenía que reservar a una de sus boyas: Maica García, por dos personales.

En los últimos ocho minutos, todo mejoró un poco más: la defensa en anticipación, las paradas de Laura Ester, el juego interior con Leiton y Maica García, que permitieron el lucimiento de las exteriores, excelsas ya que entre Tarragó (4), Forca (4), Anni Espar (2) y Bea Ortiz (2) anotaron doce de los dieciséis goles.

Estados Unidos, el equipo imbatible de Adam Krikorian, espera en la final. Oca pide concentración, todas atentas: "Nos quedan 48 horas para una final. Vamos a apoyarnos unas a otras". La final es mañana a las 11:30 horas.

Miki Oca también afirmó que la clave para lograr la clasificación para la final fue "anotar muchos goles" frente a Hungría. "Hemos tenido muy buen comienzo, como en los partidos anteriores, pero teníamos enfrente a un equipo con una capacidad goleadora muy grande. Es muy potente, tiene dos boyas muy peligrosas, lanzadoras de calidad y en el uno contra uno son muy eficientes. Creo que la clave ha sido que hemos podido anotar muchos goles, nos hemos ido a un marcador muy amplio y eso nos ha dado la ventaja. Para ganar a una Hungría con tanta capacidad de gol tienes que tener tú mucha más capacidad de gol", analizó.

Miki Oca explicó que cuando Hungría intentó defender a las jugadoras en el puesto de boya, emergió la eficacia en el lanzamiento exterior. "El equipo tiene boyas muy potentes y peligrosas y, si el contrario quiere taparlas, salen nuestras lanzadoras, que las tenemos de mucha calidad. Hungría ha intentado cerrar a nuestras boyas y hemos tenido espacio para lanzar desde fuera", argumentó. No ocultó su felicidad por la clasificación para los Juegos de Tokio, pero indicó que ahora prefiere centrarse en Estados Unidos: "Estamos muy contentos, pero tenemos que tener nuestra atención en el partido que tenemos delante. Estados Unidos es un rival que conoce todo el mundo, potentísimo en todos los sentidos, a nivel físico, táctico, en defensa, ataque, a la contra. Tenemos que prepararlo muy bien".