"Es mi primera victoria en el Tour de Francia, espero que haya otras", aseguró el colombiano Egan Bernal desde lo más alto del pódium de París, vestido de amarillo, instantes después de escuchar, emocionado, el himno de su país, que sonó por vez primera en los Campos Elíseos para saludar al ganador de la carrera por etapas más prestigiosa del mundo.

Rodeado de su compañero Geraint Thomas, a quien agradeció en inglés su "deportividad", y por el holandés Steven Kruijswijk, segundo y tercero, respectivamente, Bernal aguantó el llanto al ver a cientos de compatriotas que aplaudían su gesta.

"Quiero dar las gracias a todo el equipo. A Geraint por tu deportividad, a todo el equipo por creer en mí. Soy el hombre más feliz del mundo", dijo en inglés. Posteriormente pasó al italiano, para agradecer a ese país haberle acogido cuando pasó a ser profesional.

En español dio las gracias a todos los aficionados que coreaban su nombre y les aseguró que tras haber logrado esa primera victoria en el Tour buscará más en el futuro. Finalmente, se atrevió con el francés para decirles a los organizadores que tienen "la carrera más hermosa del mundo" y por haberle permitido lograr "la victoria más importante" de su carrera. "¡Viva Francia y viva Colombia!", acabó en francés el flamante nuevo campeón del Tour.

Fue el momento culminante de una ceremonia que se produjo al caer de la noche en la ciudad de la luz, resplandeciente para saludar el primer triunfo colombiano, tras los podios logrados por Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Fabio Parra. Bernal estuvo en todo momento acompañado por su familia. Por su padre, Germán, y de su novia, Xiomara, que han estado con él en los últimos días. Pero también de su madre, Flor, y de su hermano pequeño, Ronald, que viajaron para acompañarle en la ceremonia final del triunfo. Junto a ellos vivió los momentos más emotivos, instantes cargados de emoción de una madre que dejaba ver el orgullo del hijo triunfante.