El Madrid cerró su pretemporada con una imagen endeble, repleta de dudas ante el Roma en un primer acto con ensayo fallido del sistema de tres centrales que contrarrestó con pegada y una mejoría en la segunda que no evitó el empate final, antes de ceder el trofeo en los penaltis.

Repitió Zidane apuesta por tres centrales considerando que devuelve el equilibrio que añoró en pretemporada. Lo reforzó además con dos centrocampistas de carácter defensivo juntos, Casemiro y Valverde, en un once poco ilusionante en el aspecto ofensivo pero que debía ser invulnerable para el rival. Nada más lejos de la realidad, pues el Madrid hizo aguas.