Serena Williams vio cómo por segundo año consecutivo una adolescente, esta vez la canadiense Bianca Andreescu, de 19 años, le impidió ser la protagonista en la final del Abierto de Estados Unidos y también conseguir la meta de ganar su vigésimo cuarto título de Grand Slam y alcanzar la marca de la legendaria australiana Margaret Court. Andreescu la venció con total justicia por 6-3 y 7-5.

Algo que Williams sólo quiso admitir a "medias", dado que si bien cumplimentó el juego de Andreescu, parecía pensar que el resultado tenía más que ver con sus fracasos que los éxitos de la adolescente canadiense. "Sentí que podría haber hecho muchas cosas un poco mejor", comentó Williams. "Amo a Bianca. Creo que es una gran chica. Pero creo que este fue el peor partido que he jugado en todos los torneos", añadió.

"De verdad aspiro a ser como ella. Y quien sabe, quizá pueda llegar a ser incluso mejor", dijo en una rueda de prensa Andreescu sobre Williams, que casi le dobla la edad.