La selección de Estados Unidos, indiscutible dominadora del baloncesto internacional durante la última década, cederá su corona en el Mundial de China después de caer ante Francia (79-89) en el cruce de cuartos de final, una derrota de la que solo se salvó Donovan Mitchell (29 puntos), insuficiente para neutralizar al trío formado por Evan Fournier (22), Rudy Gobert (21 y 16 rebotes) y Nando de Colo (18).

Desde el Mundial 2006, cuando Grecia le eliminó en semifinales, Estados Unidos había encadenado cinco oros internacionales entre Juegos Olímpicos (tres) y Mundiales (dos). Las ausencias de sus mejores jugadores NBA ha pasado factura en China y, tras el aviso en la primera fase ante Turquía, que libró en la prórroga, Francia fue su verdugo.

La selección australiana, por su parte, será el rival mañana de España en las semifinales después de imponerse ayer a la República Checa (82-70) en el Shanghai Oriental Sports Center, clasificando además a los de Sergio Scariolo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Australia se metió en la primera semifinal mundialista de su historia y volverá a topar con la selección española, ante la que buscará venganza tras perder hace tres años en la final de consolación de los Juegos Olímpicos de Río (89-88), decidida con un robo de Víctor Claver en los segundos finales del partido.

Ambas llegarán invictas a este duelo que asegurara una medalla al vencedor y reforzadas por sus sólidas victorias en cuartos de final ante las dos sorpresas del torneo, República Checa y Polonia. Por el camino, los aussies también han batido a selecciones de nivel como Lituania o Francia.

En el partido más importante de toda su historia, el equipo checo logró aguantar el pulso a su rival durante 25 minutos (43-43), pero vivió un calvario en los últimos cinco minutos del tercer cuarto, lo que liquidó cualquier opción de repetir otra sorpresa en cuartos de final después de las eliminaciones de Estados Unidos y Serbia, las dos favoritas.