Una nueva joya del ciclismo colombiano presentó credenciales en la Sierra de Guadarrama, se trata de Sergio René Higuita (Education First), de 22 años y debutante en una grande, quien superó el pulso de los favoritos para alzar los brazos en solitario en Becerril, donde el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) reforzó la roja.

Higuita, conocido como René por el famoso portero de los rizos y las locuras, atacó en la segunda subida a La Morcuera y fue capaz de presentarse en solitario en la meta ante el acoso de los favoritos que le perseguían. Marcó en los 177,5 kilómetros que unieron Colmenar Viejo y Becerril de la Sierra un tiempo de 4h.33.09. Aún tuvo 15 segundos para celebrar el triunfo, los que tardaron en llegar Roglic, Alejandro Valverde y Rafal Majka, estos con 2 sobre Supermán López, el protagonista de los ataques en los puertos madrileños.

Un cuarteto que entró en la refriega en el Puerto de Cotos, donde se aflojaron Nairo Quintana y el esloveno Tadej Pogacar. Ambos perdieron en meta 1.07 sobre el líder, que además rebañó 6 segundos de bonificación. El colombiano cedió la segunda plaza a Valverde, que queda a 2.50 y fue desplazado por su compañero a la tercera a 3.31.

En la general Supermán pasó a la cuarta plaza a 4.17 y Pogacar, que parece que se desinfla al final de la Vuelta, es quinto a 4.49. La leyenda de la sierra de Madrid no enterró a nadie y ratificó a Roglic como rey de la Vuelta. Ahora resta la jornada de Gredos, la víspera de Madrid, como último intento para la revolución, si antes la jornada de Toledo no depara alguna sorpresa.

Cuatro puertos de primera por la sierra madrileña invitaban a soñar con una jornada para la historia, como a veces ha ocurrido. Había temor, algo de psicosis. Muchos se acordaron de Dumoulin, que perdió en este escenario la Vuelta 2015 ante Fabio Aru.

Una fuga numerosa se puso en camino hacia el Puerto de Navacerrada, que se subió con calma en cabeza y en el grupo de gallos. En el primer paso La Morcuera quedaron al frente 13 hombres, entre ellos el francés Bouchard, quien coronó en cabeza para consolidar el maillot de la montaña.

Fue en el segundo ascenso a La Morcuera cuando el equipo Astana decidió ponerse serio. Los hombres de Supermán tensaron la marcha anunciando el primer ataque de su líder a 3,5 kilómetros de la cima. Había coronado de nuevo Bouchard, a lo suyo, que era puntuar.

El latigazo de López abrió un pequeño hueco y redujo el grupo de la general, ajeno a lo que ocurría por delante en la bajada. Fue donde apareció Sergio Higuita abriéndose paso con un descenso de máximo riesgo, pero valiente y cargado de ilusión.

El chaval que se compró la primera bicicleta en una cacharrería, apostó por tocar el cielo con las manos. Trepó por el Puerto de Cotos en solitario, aún sin saber que la gloria le esperaba en Becerril. Conquistó Cotos con 48 segundos. Fue suficiente. El colombiano se tiró en la bajada a ritmo de victoria u hospital.