El Madrid fue víctima de su fragilidad defensiva, que provocó su segundo pinchazo en Liga de Campeones para quedar en situación compleja, castigado con dos goles del Brujas en el primer acto que igualó agarrándose a la locura, con exhibición de casta para acabar acariciando una de sus clásicas remontadas.

El Madrid tiró por tierra su reconstrucción. Solo Zidane sabe las razones de dejar en la grada a James y Bale. Exceso de confianza si no sufren molestias físicas. Jugó con los mismos de una temporada para el olvido más Hazard. Caras que la grada se ha cansado de ver y lo muestran con silbidos cuando pierden la paciencia. Le faltó acierto rematador en el primer acto al Madrid y exhibió una debilidad que parecía enterrada desde París.

El Madrid se acerca al año sin ganar en Liga de Campeones en el Bernabéu. Regresar al dominio que ejerció en Europa pasa por recuperar su fortaleza de local. Alejarse del desconcierto en el que cayó ante el rival que llegaba con el cartel de la cenicienta del grupo y casi se lleva el triunfo.