El piloto español de Moto GP Marc Márquez aseguró ayer que lo "más importante" tras su fuerte caída en los primeros libres del Gran Premio de Tailandia es que está "bien" y, aunque dolorido, ha podido ser rápido en la FP2.

"Lo más importante es que estoy bien; siento un poco de dolor pero nada más. Por la tarde he podido pilotar y estoy contento con lo que hemos logrado. Solo hemos tenido que modificar nuestro plan ligeramente, pero he sido capaz de ser rápido inmediatamente", celebró en declaraciones facilitadas por el equipo.

Márquez protagonizó ayer el susto del día tras sufrir una fuerte caída en la FP1, que le dejó dolorido y le hizo pasar por el hospital, aunque pudo volver a rodar en la segunda tanda y finalizar con el sexto mejor tiempo (1:30.891).

En la curva 7 del Chang International Circuit, a falta de seis minutos para el cierre de una FP1 que Márquez lideraba por entonces con un crono de 1:31.187, y en su vuelta de salida de boxes, el de Cervera se fue al suelo al perder el control de su moto en el tren trasero y salió disparado por delante de su Honda, que dio varias vueltas de campana y quedó totalmente destrozada.

"Hemos empezado el día rápidos, pero en la última salida a pista del FP1 he tenido una dura caída. Me sentía bien cuando he llegado al centro médico, pero hemos seguido el protocolo del doctor y me han llevado al hospital para un chequeo", explicó al respecto. El director médico del campeonato, el español Ángel Charte, reconoció sonriendo que el piloto le había echado una "bronca gorda" por haberle mandado al hospital.

El francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) se convirtió en la referencia del primer día de entrenamientos en el circuito de Buriram. El galo fue secundado por otros dos pilotos de Yamaha, el español Maverick Viñales y el italiano Franco Morbidelli, con Valentino Rossi en la quinta posición, señal inequívoca de que las motos de Iwata funcionan en este trazado.