La defensa del título empieza con traspié. Aunque con asterisco. Porque el CRAT Residencia Rialta sabía que delante tenía a un Universitario de Sevilla que es uno de los equipos más fuertes de la categoría. Y tenía que afrontar el partido sin sus refuerzos y con la baja de última hora de Mecca, uno de sus baluartes de la temporada pasada y que tuvo que regresar a su país, Nueva Zelanda, por problemas personales. Con esos inconvenientes se hacía más complicado el debut, a pesar de que la exigencia por parte de las coruñesas, vigentes campeonas de la Liga Iberdrola, era máxima y de que pese al 12-26, tuvieron sus oportunidades.

En una primera mitad, las defensas de ambos equipos fueron notables. Pero en ataque las andaluzas se mostraron mucho más contundentes que un conjunto local que cometía errores cada vez que se acercaba a la línea de marca rival. A pesar de no mostrar una superioridad aplastante, las visitantes encarrilaron el partido gracias a su mayor efectividad con tres ensayos, de Veiga, Sylla y Sobrinos, transformados los tres por Gracia (0-21).

El panorama cambió en la segunda parte en la que el CRAT, obligado por el resultado, mantuvo la buena estructura defensiva y encauzó mejor sus ataques. De esta manera recortó distancia en el marcador con las transformaciones de Joana Murray y Elsa, esta última transformada por Ali (12-21). Incluso, con superioridad numérica en el campo, la esperanza de la remontada de las pupilas dirigidas por Elena Roca, Jos Portos y Gero Sabio, estuvo presente hasta el final.

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Derrota del CRAT en casa

Sin embargo, las visitantes supieron mantener la calma en la recta final no solo para hacerse con el duelo sino también para aumentar la distancia en el marcador en el último suspiro con un ensayo de De las Heras.

A pesar de la derrota, la lectura del partido no es del todo negativa para las de Arquitectura ya que, con un equipo que tiene un margen de mejora aún muy grande y todavía sin sus jugadoras internacionales, consiguió plantar cara e incluso tener opciones frente a un rival que, salvo sorpresa, estará en la parte de arriba de la clasificación como el año pasado.