Bromea con que la Federación Española de Natación le ha otorgado la medalla de oro por "viejo". Raúl Solleiro lleva ya 41 años como entrenador del Club Natación Coruña y 19 como presidente. Un tiempo que le permite tener una visión global del deporte en la ciudad.

¿Qué significa para usted este reconocimiento?

La Federación Española da unas medallas por servicios distinguidos. Cuando son más de 25, te dan la de oro. Y yo llevo 41 años entrenando al club y soy presidente desde el año 2000, además de vicepresidente de la Gallega y miembro de la asamblea de la Española. Son muchos años de dedicación, te lo reconocen y siempre está bien, pero en realidad mi mérito es llevar muchos años.

¿Después de tantos años, alguna vez se preguntó por qué me habré metido yo en esto?

Empecé en el año 1970 en La Solana, nadábamos en verano y en invierno íbamos al gimnasio y jugábamos al ping pong. En el 76, cuando entré en la universidad, lo dejé. Dos años después Carlos Bremón se tuvo que ir por problemas de forma repentina. Y me dijeron que mientras buscaban un entrenador, que lo fuera haciendo yo... y hasta ahora. No lo llevo mal. Poco a poco lo voy dejando porque ya me queda menos para jubilarme que voy a cumplir 62. Pero sigo yendo a la piscina todos los días. Muchas veces tener que ir a última hora del día me libera del resto del trabajo del club que poco tiene que ver con entrenar. Tenemos un montón de niños, escuelas, grupos de todas las edades, campamentos en verano de La Solana... son como unos 500 niños todos los meses. Todo eso da mucho trabajo de organización y me quita del borde de la piscina. Además, ahora al haber otros entrenadores más jóvenes puedo ser el bueno de la película porque no tengo que enfadarme con ellos porque ya lo hacen los otros. Es distinto. Ahora lo que hago es enseñarles, ayudarles... me gusta y seguiré hasta que me echen a patadas.

¿Se ha mejorado mucho desde sus inicios o las reivindicaciones siguen siendo las mismas?

Cada vez hay más piscinas y menos sitio para entrenar. En las piscinas hay todo tipo de actividades. Nosotros somos una más y parece que menos importante. En la última reunión con políticos ya les dije que en A Coruña sobran piscinas pero falta organización.

¿Molestan los equipos de natación en las piscinas?

En realidad sí. Lo comprendo. Si yo estoy entrenando con ocho o diez nadadores por calle y en la de al lado hay una señora flotando, le molesto. Pero ella también a mí. Es que a lo mejor había que organizar de otra manera las piscinas. Que haya unas horas para entrenar y unas horas para bañarse. No creo que sea tan difícil. Es cuestión de organización. En Madrid y Barcelona hay una piscina que solo se usa para entrenar los clubs „Mundial 86 y Sant Jordi„. Es como si aquí nos dijeran que nos vayamos todos a la Casa del Agua.

¿Esto tiene relación directa con los resultados?

Hace unos años tuvimos muy buenos resultados entrenando en Bastiagueiro, pero allí teníamos la desventaja de los desplazamientos y nos tuvimos que volver. Si queremos resultados hay que dar condiciones de entrenamiento. ¿Alguien se puede imaginar a los del Liceo entrenando con los infantiles a la vez en la misma pista, con unos por libre por el otro lado y unas señoras por allí flotando? No.

¿La natación es sacrificada?

No me gusta esa palabra. Si realmente es un sacrificio no vayas. Tienes que hacer cosas que te gusten. Si es un sacrificio... dedícate a algo que te guste más.

¿Está de acuerdo con que los niños de ahora son menos proclives al esfuerzo?

La vida es distinta. Para nosotros antes ir a nadar era ir a hacer vida social. Pero ahora eso no es necesario porque están en contacto permanentemente. Pero yo creo que los chavales son estupendos. Habrá quien tiene más espíritu de sacrificio que otro, pero no veo que la cosa vaya a peor. Ahora tienen más cosas que hacer. Pero antes también las teníamos. Si no había una Play, teníamos unos tebeos de Mortadelo. Eso sí, ahora llegan peor preparados. Antes estábamos corriendo por la calle desde muy pequeños. Ahora llegan con baja forma física y una coordinación malísima. El problema a veces es de los padres que piensan que si no va a ser campeón del mundo, ya no compensa. Y el deporte tiene que compensar en sí mismo.

¿Cuál es la fórmula del éxito?

Llevar muchos años tiene la ventaja de que ves que todo es cíclico: volumen, intensidad, pesas, no pesas... Un buen entrenador lo que tiene que tener es su método y saberlo aplicar a sus nadadores. Aunque por encima, creo que el secreto es que entrenador y el nadador se entiendan. Prefiero que me haga un entrenamiento bien que dos mal

¿Es una carrera de fondo?

Es un maratón. Es cuestión de todos los días. Y de todos los años. Pero los chavales son bastante cortoplacistas. Hay que buscar metas a corto y a largo plazo. Y las de corto no tienen que ser bajar los tiempos, sino por ejemplo hacer bien los virajes. Hay un montón de objetivos. Y hay que convencerlos y tener un poco de vista.

Mójese. ¿Cuál ha sido su mejor nadador?

La verdad es que por el club pasó mucha gente, incluso Inés Rey, que me lo dijo el otro día. Media Coruña aprendió a nadar con nosotros. Pero si tengo que mojarme por uno... creo que me quedo con Fernando Zarzosa. No fuimos campeones del mundo, pero hicimos buenos resultados. Y nos llevábamos bien.

Aunque dice que le queda poco para jubilarse. ¿Cuáles son los retos a largo plazo del club?

Uno es La Solana. Siempre hemos sido lo mismo. Nacimos juntos. Es como si el Club Natación Coruña fuera Zara y La Solana, Inditex. Así que el club estaría encantado de llevar la gestión de La Solana. Y lo segundo, es tener espacio para entrenar. Con malas condiciones de entrenamiento, conseguimos resultados aceptables. ¿Qué haríamos con buenas condiciones? Estoy convencidísimo de que tenemos los mejores entrenadores, sin contarme a mí, y un programa tan bueno como el de cualquiera. Si tenemos condiciones, conseguiremos resultados Y si no, haremos lo que podremos. Vamos teniendo resultados. Cada año, alguna medallista cae. Y sin duda somos los que peores condiciones tenemos de la ciudad.