Era el gran esperado para el puesto de pívot por "experiencia, solidez y presencia". Y el Leyma Coruña ha recibido a Perris Blackwell casi como al Hijo Pródigo. No tanto porque no regresa a casa. Pero sí porque desde la primera vez que hablaron con él hasta que por fin pudo aterrizar en la ciudad han pasado meses. Y todo porque el pívot estadounidense estaba en Uruguay luchando por el ascenso a Primera División con el Cordón. Por buena suerte para el conjunto charrúa, pero mala para los coruñeses, llegó hasta la última ronda, hasta el último partido (que perdió). Así que su llegada se prorrogó una y otra vez. Pero ya se acabó. El domingo, contra el Almansa (Palacio de los Deportes de Riazor, 19.00 horas) ya podrá debutar. Aunque se haya quedado sin vacaciones, el jugador ya está dispuesto a jugar con sus nuevos compañeros. Lleva un par de entrenamientos en los que Sergio García afirma que "aprende todo muy rápido" y él mismo dice estar bien físicamente y que en "una o dos semanas" estará "completamente adaptado". Se acumulan las buenas noticias después de dos derrotas seguidas en el inicio del curso. Una ventana a la esperanza que ya se ha notado en las primeras sesiones de los doce juntos: "Ha dado confianza al equipo. Ahora ya ven el puzle montado. Los roles los podemos definir mejor, cada uno está más en su sitio. Yo creo que estamos en una buena dirección para preparar el partido".

En el acto de presentación, que tuvo lugar ayer en O Sibarita, Perris Blackwell, que todavía no se atrevió con el español „ "hablo solo un poquito"„, estuvo sentado al lado del que es ya su entrenador. Él ha sido su enlace en las últimas semanas y con quien más ha estado en contacto. "Me convenció porque me dijo que era una gran oportunidad para ayudar al equipo a estar lo más arriba posible", reconoció el estadounidense. "Necesitaban un jugador con presencia y que fuese capaz de anotar cerca del aro y que fuese sólido en la defensa del bloqueo", se definió, a la vez que dijo que tanto en ataque como en defensa aportará básicamente lo que se le pida. Si su deseo era venir, no menos era el del club el de que viniera. "Es el jugador que queríamos desde hace tiempo", insistió Sergio García, encantado de tener ya al pívot a sus órdenes: "Completamos una posición clave para el equipo, la de 5. Nos va a aportar solidez y saber estar en esa posición, tanto en defensa como en ataque. Además de haber demostrado ser un gran reboteador".

"Lo necesitábamos ya", reconoció el entrenador vasco en referencia a la presencia de Blackwell. "Se ha alargado la espera, pero él tiene la experiencia para poder aportar desde el primer día. Es un jugador que nos tiene que dar esa solidez, presencia y posibilidad de jugar de espaldas a la canasta que él ha demostrado tener. Es el jugador más importante en esa posición. Ya estábamos deseando que estuviera aquí y por fin lo tenemos con nosotros", continuó. Por eso estará ya sobre la pista del Palacio de los Deportes de Riazor el próximo domingo. Blackwell le resta importancia al hecho de la intensidad con la que ha estado jugando. Físicamente se encuentra bien y ahora lo que tiene que hacer es pasar el proceso de adaptación que tampoco le preocupa: "Tengo que adaptarme al estilo de entrenamientos y trabajos europeos, porque es diferente, pero en una o dos semanas estaré totalmente adaptado". El domingo, primera prueba.