Sufrida victoria del Deportivo Liceo en la pista del Calafell que le sirve para mantener el pleno de victorias y seguir, junto al Igualada, en lo más alto de la tabla. Los verdiblancos no pudieron brillar pero tiraron de oficio en un partido marcado por los rechaces.

No siempre se pueden meter goles y ser una máquina de efectividad. Pero lo bueno es tener recursos para todas las situaciones. A grandes males, mejores remedios. Y si al Liceo le costaba ayer un poco más atacar la portería ante un rival muy ordenado, había que utilizar otras armas. Se le resistió el gol no solo por el buen hacer del Calafell, otras veces también tuvo suerte, como cuando Dava Torres y Roberto di Benedetto estrellaron sus disparos contra el palo. Pero a veces no es cuestión de potencia, sino de inteligencia. Facu Bridge lo sabe. Entró fresco, impuso su velocidad, centró al primer palo y allí la bola se coló tras varios rechaces.

El Calafell intentó responder pero Carles Grau está inmenso. El Liceo fue subiendo el ritmo según se acercaba el descanso. Encontró el premio en el último segundo con un disparo del capitán que fue picado por Bruno di Benedetto en el área. En la reanudación el partido se afeó, con muchas interrupciones. El conjunto de Copa dilapidó la opción de la sentencia con una directa de Roberto di Benedetto tras la azul a Sergi Torné y tampoco pudo anotar en superioridad. El Calafell también falló a bola parada y ya en la recta final, un gol fantasma muy protestado por el Liceo prolongó la incertidumbre hasta la bocina, cuando los de casa tuvieron su última ocasión.