La selección de Sudáfrica se proclamó ayer campeona del mundo de rugby después de vencer en la final disputada en el estadio de Yokohoma (Japón) a Inglaterra por 12-32, un resultado que le permite alzar su tercer título mundial e igualar a Nueva Zelanda, que le cede el cetro.

El combinado africano trabajó su triunfo durante 60 minutos, liderado por un Duane Vermuelen, que terminó como MVP del partido, para sentenciarlo en el último cuarto de hora con dos ensayos que le encaminaron hacia su tercer entorchado, tras los logrados en 1995, en su país, y en 2007, precisamente ante los ingleses en el Stade de France de París.

Y es que el XV de la Rosa, que en semifinales había dado la sorpresa al eliminar a Nueva Zelanda y que llegaba como favorito a la cita, fue siempre a remolque en un encuentro en el que acusó la presión asfixiante de los Springboks y en el que sufrió un duro revés nada más comenzar.

Después de que el apertura Handré Pollard errase un golpe de castigo, Kyle Sinclair se quedaba fuera de combate tras sufrir un fuerte golpe, quedando inconsciente durante algunos segundos, al intentar parar a Makazole Mapimpi.

Mientras Inglaterra se recuperaba del incidente, Sudáfrica aprovechaba el aturdimiento para anotar los tres primeros puntos, obra de Pollard, aunque Owen Farrell igualó a los 23 minutos al concretar otro golpe de castigo (3-3). Los mismos protagonistas llevaron el duelo a empate a 6, antes de que los de Rassie Erasmus comenzasen a distanciarse.

Dos nuevas anotaciones de Pollard permitieron a los sudafricanos marcharse con ventaja a vestuarios, y fue el propio apertura el que aumentó la renta a los cinco minutos de la reanudación (6-15). Farrell frenó la sangría (9-15) y, cuatro minutos más tarde, pudo poner a su equipo a tres, pero falló un lanzamiento lejano y escorado.

De nuevo Pollard anotó para poner el 9-18 e Inglaterra respondió para el 12-18, dando nuevas muestras de confianza. Sin embargo, fue el comienzo del fin para el XV de la Rosa; a los 26 minutos del segundo tiempo, el ala Mapimpi logró el primer ensayo y Pollard no falló en la conversión (12-25). Los de Erasmus ya habían desarmado al combinado inglés y solo quedó rematarlo; Cheslin Kolbe posó superada la media hora el segundo try y Pollard volvió a acertar para el definitivo 12-32. Siya Kolisi, primer capitán de los Springboks de raza negra en ganar un Mundial, alzó el trofeo. "Tenemos muchos problemas en nuestro país, diferentes culturas, razas... pero hemos demostrado que somos capaces de cualquier cosa si trabajamos juntos".