El domingo, en el campo universitario de Elviña, el CRAT se enfrenta a una oportunidad histórica, la de ganar el primer título internacional del club. Las coruñesas, vigente campeonas de España, se enfrentan al Sporting de Portugal, su homólogo en el país vecino, por la Copa Ibérica. Un partido que podrá presenciarse por solo dos euros que, además, los de Arquitectura destinarán a asociaciones benéficas de la ciudad. Un doble motivo para ir a apoyar a un equipo que nunca decepciona. "Todo el club está muy emocionado por la posibilidad de ganar nuestro primer título internacional", dice Paula Medín, una de las capitanas de la plantilla, que aunque no tiene muchos datos del rival „"la verdad es que vamos a jugar casi a ciegas"„ anima a que la ciudad se vuelque con ellas: "Nos gustaría que viniesen a apoyar al equipo campeón, sería un orgullo que nos diese su apoyo".

Con 35 años, su veteranía y experiencia son una de las garantías de éxito de un CRAT que el año pasado levantó su segundo título de liga y que este aspira al tercero, aunque no haya empezado bien el curso. "No es como se empieza sino como se acaba, ya lo demostramos el año pasado", matiza y advierte que la competición está "cada vez más igualada", un síntoma del aumento del nivel del rugby en España y en cuya cúspide se mantiene constante el equipo coruñés. También en la elite se metió la selección española, que el fin de semana, con Medín como capitana, se impuso a Gales para subir al sexto puesto del ranking mundial. "Con eso por un lado tendremos mejores emparejamientos en la clasificación para el Mundial y por otro demostramos que estamos al niveles de los países del Seis Naciones". El Mundial de Nueva Zelanda 2021 puede ser la mejor clausura para su carrera. "Queda poco, no lo puedo negar. Pero a mí nunca se me han quitado las ganas de jugar", dice. Ni siquiera después de los Juegos de río 2016, cuando muchas de su generación dijeron adiós. "Cuando me llamó Yunque para el proyecto de 2021, me dio un poco de vértigo. Pero jugar en Nueva Zelanda mi último partido sería algo mágico", reconoce.