El Atlético de Madrid perdió por 2-1 contra el Bayer Leverkusen, en partido de la cuarta jornada de la Liga de Campeones disputado en el Bay Arena (0-0), en otro mal encuentro de los rojiblancos, que volvieron a tirar la primera parte y no supieron reaccionar en la segunda.

El primer gol llegó en el minuto 41 al rematar de cabeza a su propia portería Thomas Partey, después de un córner botado por el Leverkusen. Alvaro Morata, en el minuto 94, marcó el 2-1 definitivo.

El segundo tanto, que sentenció el encuentro, lo anotó Kevin Volland en el minuto 54, tras aprovecharse de un fallo de Mario Hermoso en el despeje. El Atlético necesita ahora una victoria en alguno de los dos partidos que le restan (Juventus en Turín y Lokomotiv en el Metropolitano) para asegurar su pase a los octavos de final.

Un partido impropio de un bloque que debería ser un aspirante a todo esta temporada, pero que viaja entre dudas tan estresantes como insistentes, que ya no pertenecen a un momento puntual o a la casualidad. Ni siquiera el 2-1 final de Morata en el minuto 93 ni la ocasión final para empatar esconden el momento que sufre el equipo.

Irreconocible por enésima vez en esta temporada, muy pendiente de lo que podía hacer su rival y nada de lo que podía hacer él, inadvertido e inconcreto en sus embarullados ataques -no tuvo ninguna ocasión en el primer tiempo- y sostenido por el oportunismo de Felipe o Hermoso en varios cruces, se metió él mismo el 1-0.

En la lista de virtudes el Bayer Leverkusen, aparte de la velocidad y la verticalidad al contragolpe, figuran los córner. Un verdadero problema este miércoles para el conjunto rojiblanco, que insistió en esa concesión. Le ofreció siete oportunidades desde la esquina, hasta que lo aprovechó, como tanto había avisado antes.

Eso sí, a la complejidad de los cerrados lanzamientos de su rival, le dieron aún más peligrosidad unos cuantos despejes fallidos. Uno, de Felipe, lo escupió el larguero; otro, de Thomas, fue un despropósito de tal magnitud que pareció más un remate que una acción defensiva. Fue el 1-0 en propia puerta en el minuto 41.

No existió el Atlético en ataque en una hora entera. Ni al contragolpe ni con la posesión. Ni en el medio ni en los metros finales. Ni en vertical ni en horizontal. Ni por arriba ni por bajo. Tampoco jugó en campo contrario todo lo que debe. Nada similar a la segunda parte del sábado en Sevilla, el mejor ejemplo a seguir.

Entregada la ventaja al Bayer Leverkusen, camino del intermedio con la certeza de que jugar peor era difícil, al Atlético le quedaba el recurso de la segunda mitad, al que se agarró contra el Alavés, contra el Sevilla... Pero este miércoles, no lo logró en Alemania, superado por un oponente que tampoco es nada del otro mundo, pero que también descubrió las carencias rojiblancas hace dos semanas.

En el minuto 55, Volland anotó el 2-0. Al centro de Karim Bellarabi no llegó Mario Hermoso, pero el control del delantero dentro del área fue demasiado cómodo, mientras Felipe aguantaba frente a él a la espera de acontecimientos; un tiro raso al que no llegaron ni él ni Oblak para agravar un encuentro inadmisible.

Hasta el minuto 60 no tiró a portería, con una falta directa centrada de Lemar, en el que pone Simeone una fe que habitualmente el francés no corresponde sobre el campo. El segundo cambio fue Vitolo, en el que el técnico no demuestra ni una mínima parte de tal confianza. Le dio desborde, creció el equipo y tuvo alguna ocasión.

Incluso marcó un gol, en el minuto 93, por medio de Álvaro Morata. El 2-1 avivó la esperanza del equipo rojiblanco de un empate milagroso. Y lo tuvo el delantero madrileño, cuya oportunidad final la repelió el portero Hradecky. Ni aun así esquivó una decepción indudable, en un retrato realista del actual Atlético.

Bayer Leverkusen: Hradecky; Weiser, Tah, Sven Bender, Wendell (Retsos, m. 81); Bellarabi, Aránguiz (Baumgartlinger, m. 64), Demirbay, Amiri; Havertz y Volland.

Atlético de Madrid: Oblak; Arias, Felipe, Hermoso, Lodi (Lemar, m. 52); Koke, Thomas, Saúl; Correa (Héctor Herrera, m. 70); Diego Costa (Vitolo, m. 60) y Morata.

Goles: 1-0, m. 41: Thomas, en propia puerta. 2-0, m. 55: Volland. 2-1, m. 93, Morata.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Expulsó por roja directa a Amiri (m. 85). Amonestó a los locales Jan Oblak (m. 78) y Morata (m. 78) y a los visitante Weiser (m. 50), Tah (m. 78) y Bellarabi (m. 78).

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada del grupo D de la Liga de Campeones, disputado en el Bay Arena de la ciudad alemana de Leverkusen ante unos 30.000 espectadores.