Cuando eran pequeños, en Lloret de Mar, donde se criaron, bromeaban con ellos: "Con uno más, hacéis un equipo". Porque los hermanos Grau Tallada eran cuatro y los cuatro se pasaban el día en el pabellón dándole al hockey sobre patines. La culpa la tuvo Carles, que fue el primero en subirse a las ruedas y llenar el hogar de "patines y sticks". Después llegaría Lluís y por último, los gemelos Marc y Àlex. Fueron creciendo y aquello se volvió serio. Sobre todo para el mayor, que se fue al Barça y pasó por Vendrell, Vic y Porto ganando títulos. Los otros tres se quedaron, jugando juntos, hasta que Marc emigró el año pasado al Noia. Fue su estación previa al Liceo, donde el destino le volvió a juntar con Carles, que por primera vez le tocaba jugar en el mismo equipo de uno de sus hermanos. Y los dos vivirán uno de los partidos más especiales de sus carreras el sábado, cuando vuelvan a casa y se enfrenten a la otra mitad de su familia. La peor parada, su madre. "Dice que va a sufrir y que no sabe si va a ir al pabellón", afirma el mayor. "Es la primera vez que va a poder ver a sus cuatro hijos juntos en la pista. Ni ella ni nadie de la familia saben con quién van a ir", contesta Marc. "Que gane el mejor", propone Carles.

El Liceo, líder de la OK Liga, es favorito. El Lloret, de hecho, hasta el fin de semana ocupaba la posición opuesta pero gracias al triunfo frente al Voltregá abandonó el farolillo rojo. "Nuestra obligación es ganar", afirma el portero, de 29 años, que cree que el rival "jugará más cerrado para intentar marcar a la contra". Pero la diferencia en la clasificación no tiene que dar pie a la relajación. "Nos lo va a poner muy difícil y vamos a tener que estar concentrados. Va a salir a tope y a por todas", añade. "Tenemos que ser realistas, de momento no nos estan saliendo las cosas y ellos llegan líderes con todos los partidos ganados. Nuestro objetivo es competir", opina el siguiente en la lista, Lluís, de 26 y que trabaja como fisioterapeuta y ortopeda, que reconoce que aún no han hablado mucho, pero que le harán "alguna broma a Carles" diciéndole que le marcarán muchos goles. "Espero que ellos lo hagan muy bien y que a partir del próximo que ganen todos los partidos y logren la permanencia", les desea Marc, que tiene 23 años compartidos desde el nacimento con Àlex. "Me divertía mucho jugando con él. Nos enfadábamos mucho también. Yo sabía en cada momento si él estaba bien o mal, o al revés", comparte sobre la relación especial de los gemelos.

Están acostumbrados, sobre todo Marc, Àlex y Lluís, a estar en el mismo bando. Carles estrena sensación. "Siempre dije en las entrevistas previas a empezar la temporada que me hacía mucha ilusión jugar con él. Me gusta porque le comento cosas, creo que mi experiencia le ayuda a mejorar y de momento le están saliendo muy bien las cosas", valora. "No hay nada negativo en tener a tu hermano en el equipo", confirma Marc. "Puede que te diga algo que al principio no te siente bien, pero después lo asumes y sabes que te lo dice por tu bien", continúa. Frente a frente tampoco es la primera vez porque Carles se enfrentó a los gemelos cuando estaba en el Vic, y Marc, con el Noia, a Lluís y Àlex el año pasado. Pero se estrenan como rivales los cuatro sobre la pista. ¿Saltarán chispas? "Tenemos una relación perfecta. Si pasa alguna cosa, después nos iremos a cenar y lo arreglaremos", sentencia Carles.

Todo queda en familia

El suyo es un caso poco habitual. Son los únicos cuatro hermanos que juegan en la OK Liga, pero hay once parejas más. No hay que ir muy lejos porque en el Liceo están los primeros, los mellizos Roberto y Bruno di Benedetto, que tienen un tercer integrante de la familia, Carlo, ahora en el Porto. En el conjunto coruñés hay dos parejas de hermanos, pero en ese sentido el equipo de la liga que se lleva la palma es el Lleida. En sus filas, Enric y Sergi Duch, Sergi y Gerard Folguera y los también gemelos Lluís y Andreu Tomàs. De hecho, en la competición hay cuatro dobles porque en la lista de los Grau, los Di Benedetto y los Tomàs faltan los Roca, Blai y Nil, portero del Voltregá y jugador del Barcelona. Compartiendo equipo juegan Marc y Xavier Soler en el Taradell; Roger y Alexandre Acsensi en el Caldes y Xavier y Joan Pérez en el Lloret. Y separados, Álex y Dani Rodríguez, uno en el Reus y otro en el Taradell; Oriol y Pol Vives, el primero del Lleida y el segundo del Palafrugell y Pau y Joel Palacín, repartidos entre Girona y Palafrugell.

Si se cuenta la OK Plata y la OK Liga femenina la lista sería interminable. Como ejemplo, los más cercanos. Por un lado, los Villares. Son tres y los tres repartidos. El mayor, Julián, en el coruñesizado Santa María del Pilar madrileño, en el grupo sur. El mediano, Gabriel, milita en el Vilafranca. Y el pequeño, Tomás, compite por Compañía de María. Estos dos últimos se enfrentarán en el grupo norte. Pero también se podría nombrar a los Miguélez Antonio, en el filial del Barça, y Santi, del Compañía de María; y los asturianos Menéndez, Dani, que defiende la portería del Liceo, y César, goleador por el Oviedo Booling.