El Extremadura perdió ayer en su visita al Mirandés (2-0), en un partido en el que el equipo de Manuel Mosquera, que será el próximo rival del Deportivo, se mostró muy inofensivo en el aspecto ofensivo e hizo muy poco para llevarse el partido. El equipo local, fiel a la fortaleza y solvencia demostrada en su feudo, sumó una nueva victoria que lo aleja de la zona de descenso y le otorga un plus de confianza.

Los goles de Íñigo Vicente y de Álvaro Rey sitúan a los mirandeses con dieciocho puntos en la tabla, pese a que el cuadro extremeño comenzó el encuentro mucho más activo en ataque, con la posesión del balón hasta que el cuadro local fue acomodándose en el campo.

Triunfo del Lugo en Albacete

El Lugo, por su parte, consiguió el primer triunfo a domicilio, y lo obtuvo en el Carlos Belmonte de un irregular Albacete con un golazo de Álex López, que salió del banquillo, y le dio los tres puntos al equipo lugués ante un rival, el manchego, lastrado por su falta de gol.

A pesar de la diferencia clasificatoria, con un cuadro albaceteño en la parte alta y el lucense en la baja, los locales llegaban a este encuentro tras una derrota por la mínima ante el Numancia, y los visitantes después de cristalizar una victoria balsámica ante el Rayo Vallecano, también por 1-0.

Por tanto, parecía que el conjunto lucense salía con la moral más reforzada que un Albacete que, aunque fue muy efectivo en el primer tramo liguero, adolece de pegada. Lo demuestra el hecho de que es el equipo menos goleador de la Segunda.

Pendiente del Almería

El Huesca volvió a meterse en puestos de ascenso directo, tras imponerse al Oviedo (3-1) en El Alcoraz, aunque pendiente del encuentro del Almería, que esta tarde recibirá al Zaragoza. Fue un partido controlado por los oscenses, aunque el tanto de lo oviedistas hizo que los nervios de ambos equipos marcasen los últimos minutos del duelo, pero el Huesca se aseguró la victoria con un gol de Ferreiro en el 87.

El Numancia se situó ayer en puestos de promoción de ascenso con una victoria (0-1 en su visita al Sporting en El Molinón, que despidió a sus futbolistas con una sonora pitada y gritos de "fuera, fuera" por parte de los aficionados gijoneses.