La situación límite que vive el Deportivo, colista de Segunda, complica aún más el difícil futuro económico de club. La viabilidad de la sociedad pasa, irremediablemente, por regresar de forma inmediata a Primera División. Podría resistir algún tiempo más en la categoría de plata, pero en ningún caso la supervivencia sería posible si baja a Segunda B. Así lo plasman los auditores en su análisis de las cuentas, ya que según explican la capacidad del Deportivo para realizar sus activos y liquidar sus pasivos "está sujeta fundamentalmente a la permanencia del primer equipo en las categorías profesionales, al cumplimiento de pagos establecidos en el convenio aprobado en el concurso de acreedores, al cumplimiento de los acuerdos alcanzados con la Agencia Tributaria y con las entidades financieras". Es decir, bajar otra categoría, a la de bronce, haría imposible que el club pudiera cumplir con sus obligaciones. Los auditores también reflejan que "el patrimonio neto de la sociedad a 30 de junio de 2019 arroja un déficit patrimonial de 72.680.847 euros, incurriendo la sociedad en una de las causas de disolución contempladas en el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital".