Entrenan con una bebida energética siempre a mano. Siguen una dieta estricta, sobre todo antes de los partidos. Y no salen de casa sin un kit básico con el que, unas quinces veces al día, comprueban sus niveles de glucosa. Porque los cuerpos de Anthony Green, pívot estadounidense del Leyma Coruña, y Gabriel Villares, jugador coruñés de hockey sobre patines, actualmente en el Vilafranca, no producen insulina. Ambos comparten enfermedad, una diabetes tipo uno de la que hoy se celebra el Día Mundial. Aprovechan para contar su historia. Un relato de superación que empieza en el momento del diagnóstico, un shock del que tuvieron que reponerse rápido para aprender a pincharse y cuidarse al máximo, imprescindible en todos los casos, pero más si se quiere compaginar con un deporte de alto nivel. Y así convirtieron lo que podía haber sido una debilidad en su mayor fortaleza.

"Empecé a cuidarme tanto que repercutió positivamente en mi rendimiento deportivo. Algunos de mis compañeros en Compañía de María bromeaban y me decían que corría más desde que tenía diabetes", confiesa Gabriel Villares, que el próximo mes cumplirá 23 años. Él iba en Primero de Bachillerato „tenía 16„ cuando empezó a notar los primeros síntomas. Bebía demasiado e iba mucho al baño. Sus padres, farmacéuticos, se pasaron todo el verano vigilándole de reojo, sospechando, incluso le hicieron una prueba. Hasta que un día su madre le dijo: "Tenemos que ir al hospital". Al llegar, el test dio unos niveles altísimos de glucosa en sangre, "700 ó 800". "Yo pensé que iba a ser llegar allí, que me dieran una pastilla y volver para casa, pero estuve ingresado unos días", explica.

Anthony Green tenía solo 14 años y, en su caso, el susto fue más traumático porque implicó pasar un par de noches en la UCI. "Me intubaron, me pusieron oxígeno...", recuerda. "Llevaba semanas sintiéndome mal y un día, cuando estaba jugando en el parque, vomité, me fui para casa, me subió muchísimo la fiebre y me llevaron al hospital", continúa. Cuando le dieron la noticia, no se imaginaba que iba a ser algo que le acompañaría el resto de sus días. "Las primeras semanas pensaba que no iba a poder volver a hacer deportes. Fue un shock pensar que dios en cualquier momento te puede quitar lo que más quieres", reconoce.

Ahora, con 23, lo ve como "algo duro", pero que cambió su vida a mejor. "Me ha hecho más fuerte. No podría estar donde estoy hoy si me lo hubiese tomado como una debilidad. Definitivamente, es algo que me ha hecho ser como soy ", dice el de Massachusetts. En el día a día, entre entrenamientos de pista y sesiones de gimnasio, el pívot del Leyma presta mucha atención a su cuerpo. "Tengo que cuidar mucho lo que como y lo que hago", comenta, "y siempre llevo conmigo un Powerade en los entrenamientos y partidos". Además, se mide el nivel de glucosa unas quinces veces. "Lo llevo bien, ya estoy acostumbrado", le resta importancia.

Se acaba convirtiendo en una rutina. "Yo llevo una vida completamente normal", asegura Villares, "pero sí que con el deporte cada vez le estoy dando más importancia a tenerlo todo más controlado". El coruñés explica que antes de los partidos, incluso el día anterior, come lo mismo y a las mismas horas. Y empieza a tener en cuenta otros factores con nervios, tensión y ganas. Se inyecta insulina, "una basal para todo el día" antes de dormir, y otra "rápida" en desayuno, comida y cena. Y como Green, mide su azúcar más de diez veces a la jornada. Por eso nunca sale de casa sin una mochila en la que además de los clásicos móvil, llaves y cartera, incluye el medidor, galletas y algún zumo. "En A Coruña me controlo con la endocrina Teresa Martínez, en el Ventorrillo, y estoy pendiente de probar unos nuevos sensores", concluye.

Partido dedicado a la diabetes

El domingo a las 18.00 horas en el Palacio de los Deportes de Riazor, el Leyma recibirá al líder Palencia. Será un partido especial para Anthony Green no solo a nivel deportivo „ "es una dura prueba y si lo hacemos todo bien, tendremos nuestras opciones de ganar"„, sino también personal porque el club, en su programa 17 partidos, 17 casas con La Obra Social La Caixa, dedicará el encuentro a Acodi (Asociación Coruñesa de personas con Diabetes). El lema será "Protege a tu familia", con el objetivo de concienciar sobre la fuerza que tiene esta red de apoyo para los pacientes.