"Ganamos diez partidos seguidos y sin embargo no quedamos campeones", recuerda José Luis Huelves, portero de aquel legendario equipo del Liceo que en la temporada 1991-92 firmó el mejor arranque liguero de la historia del club, diez victorias seguidas. Un récord que el actual equipo verdiblanco tiene en su mano igualar en el partido de esta noche contra el Girona (Palacio de los Deportes de Riazor, 20.45 horas). "No me importaría que me lo quitasen, porque en todo caso, si lo pierdo como jugador, lo gano como directivo", bromea. El título de la competición doméstica se les escapó en la final del play off contra el Igualada „"eran unos años en los que ellos y nosotros nos íbamos alternando los campeonatos"„, pero no la Copa de Europa en una final contra el Seregno italiano. "Fue un fastidio porque había sido una temporada muy buena", añade el exguardameta.

Entre aquel equipo „Ramón Canalda, Huelves, Toni Rovira, Willy Duarte, Joan Carles, Fernando Pujalte, Daniel Martinazzo y Roberto Roldán, dirigidos por Andrés Caramés„ y el de ahora hay, sobre todo, una similitud. "Tanto nosotros como ellos estábamos muy unidos", recuerda el ahora directivo y delegado de la selección española. Es fundamental cuando en una plantilla hay mucha gente de fuera y Huelves es lo que más destaca de los de la actualidad: "Los ves y notas el buen ambiente que hay. Es un grupo joven, todos tienen más o menos la misma edad, y se llevan muy bien", valora. Precisamente una juventud que no comparte con la plantilla de la temporada 1991-92, ya con todos jugadores consagrados, aunque de número, un poco justo, con solo ocho miembros más dos canteranos „Gutavo Esparza e Iñaki Prieto„. "Pero el hockey no era tan físico como ahora", matiza.

En cambio, una de las fortalezas de este Liceo es precisamente la amplitud de su plantilla, lo que permite que Juan Copa pueda hacer rotaciones. Necesario sobre todo en una semana como esta, en la que el equipo juega hoy su tercer partido en seis días. Hasta el momento, la forma física de los verdiblancos está fuera de toda duda. Será otra baza para afrontar esta noche el ilusionante reto de igualar el récord. En frente, un Girona que marcha séptimo y que también tendrá sus argumentos. Es un conjunto muy compacto, sin grandes individualidades, pero en el que todos pueden hacer daño. Los liceístas tendrán que recuperar la solidez defensiva para no verse sorprendido. E invocar una vez más a su potencia física. "Este equipo se montó con idea de futuro y lo que están haciendo es una machada porque es muy difícil ganar no ya nueve, sino un solo partido, porque las fuerzas están muy igualadas", valora Huelves. "Después del batacazo de la Supercopa se dieron cuenta de que tenían que ir todos a una y entrenar día a día. Ojalá no sean diez, sino once, doce, trece... Las victorias seguidas", concluye.