La coruñesa Rebeca Garrán acudía al Campeonato del Mundo de jiu jitsu, que se está disputando en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) con la cabeza puesta en las medallas, aunque consciente de que iba a ser muy complicado. Sobre todo desde que conoció el camino que le esperaba en la categoría de menos de 48 kilos. Pero la campeona de España lo dio todo en el tatami para intentar cambiar su suerte y alcanzar el podio. Finalmente, quedó eliminado en segunda ronda y tampoco pudo optar vía repesca, pero regresa con una mochila llena de grandes experiencias de al final haber podido participar en un Mundial.

La competición había empezado el martes para ella, cuando tuvo que pasar el pesaje. La báscula no podía marcar más de 48 kilos y finalmente se quedó en 47.400. Ya ayer, en primera ronda se enfrentó a la representante de India, a la que superó. Pero en segunda se cruzó en su camino la de Francia, que ya sabía que era un hueso duro de roer y se cumplieron los pronósticos, con la eliminación de la coruñesa. Todavía le quedaba la opción de la repesca, pero tampoco tuvo suerte con la rival, una austríaca que acababa de proclamarse campeona del mundo júnior.