El Madrid busca sellar con un triunfo su pase a octavos de final tras un turbulenta fase de grupos de la Liga de Campeones, ante un PSG que certificaría su primer puesto puntuando en el Bernabéu, donde nuevamente aterriza el deseado Kylian Mbappé.

Es el sueño del madridismo. El nuevo astro del fútbol mundial. El jugador que en unos años "dominará el mundo", según Eden Hazard. Los elogios se agotan desde el bando blanco para un rival al que pronto desean ver como nuevo referente del Madrid. El deseo que Kylian confesó de niño y que su presente aleja, ejerciendo el liderazgo de un PSG que encara un año más el reto pendiente de conquistar la Liga de Campeones.

"Lo conozco desde hace tiempo. Estoy enamorado de él, primero como persona, porque vino a hacer una prueba hace mucho tiempo y entonces [esta] no es la primera vez. Es el rival y no puedo decir más", afirmó Zinedine Zidane. "Viene como rival, entonces lo que me importa es lo que vamos a hacer nosotros. Sabemos el jugador que es, la importancia que tiene en su equipo y hay que estar preparado", añadió.

Sin Mbappé ni Neymar llegó el duro resultado para el Real Madrid en el Parque de los Príncipes. Un 3-0 que sirvió de aviso y extendió la línea que provocó la eliminación en octavos del curso pasado en el fin de un reinado histórico. Creció la preocupación con el empate de local ante el Brujas. La reacción llegó respondiendo ante la obligación con dos triunfos al Galatasaray. El actual equipo de Zinedine Zidane ha crecido en estos meses de rodaje. Encara el duelo en su mejor momento. Y tiene el objetivo de mandar un mensaje a Europa: el campeón está de vuelta.

Será el regreso de Keylor Navas, el portero de las tres Ligas de Campeones que pasó a la historia del Madrid. Será recibido con el calor que merece un jugador querido que este año cambió de rumbo cansado de debates, y que vivirá un cara a cara con Courtois.