Siete veces campeón de Europa de patinaje artístico sobre hielo. Dos oros mundiales. Y un bronce olímpico. El palmarés de Javier Fernández le sitúa entre los mejores deportistas españoles de todos los tiempos. Ya retirado, el próximo 21 de diciembre desembarca en el Coliseum de A Coruña con su espectáculo Revolution on Ice.

Lleva meses retirado. ¿Le ha dado tiempo a arrepentirse?

En absoluto, lo que me faltaba ya, seguir entrenando. No, la verdad es que no. Sí que echo de menos algunas cosas, como el entrenar, el ambiente, los entrenadores... Pero la competición no, para eso ya tengo las exhibiciones.

¿No le da envidia ver a Rafa Nadal, que con 33 años acaba de ganar la Copa Davis?

En absoluto, desde casa lo disfruto más. Aprecio en personas como Nadal que con más años que yo siguen en competición, pero en patinaje sobre hielo es más difícil aguantar tantos años.

¿Es el mejor deportista español de todos los tiempos?

Uf (resopla), uno de ellos seguro. El mejor, no lo sé. Es que hemos tenido tantos y tan buenos... No sé si es posible elegir.

¿Qué siente al escuchar su nombre en esa lista?

Es un honor porque sé el potencial que tiene el deporte español.

Aunque en el futuro lleguen patinadores que lo superen, siempre será el primero

Está claro. Ojalá que los haya. No me haría nada más feliz porque significaría que el trabajo que he estado haciendo durante tantos años de promoción da sus frutos.

Le ha tocado abrir camino

Cuando eres pionero de un deporte tienes la llave para hacer que lo que tú has hecho se haga más grande. Pero también una responsabilidad, la de que eso no pare.

El hilo del espectáculo es una niña que quiere cumplir su sueño. ¿Es autobiográfico?

Una gran parte, pero no solo por mí. Al fin y al cabo, es contar una pequeña historia con la que todas las personas que vengan a ver se pueden sentir identificadas. No porque les haya pasado eso en sus vidas, sino por las millones de cosas que nos pasan diariamente. Es una niña que quiere conseguir algo y le dicen que no puede y ella no quiere rendirse. Es duro y difícil conseguir ser una gran patinadora, le va a costar y se ve esa transición entre lo que le pasa y, con el tiempo, el trabajo y el sacrificio, lo que consigue.

Todos tenemos nuestros sueños, grandes o pequeños

Por eso cuando termina hay un diálogo interior. Esta es la historia que os hemos contado, que no se os olvide. Queremos dar ese regalo al espectador, para que piense que no todo es imposible.

Ese niño soñador al que llamaban lagartija, se convirtió en Súper Javi

Es como el sapo y el príncipe (se ríe).

¿Y cuánto queda del lagartija en Súper Javi?

Mucho porque soy una persona muy inquieta. De pequeño es cierto que no paraba, me castigaban mucho porque no paraba de hablar, de moverme... De esa persona queda mucho porque no me gusta estar sin hacer nada.

Parece incompatible ese carácter inquieto con un deporte profesional y tan metódico como el patinaje. ¿Cuántas broncas recibió?

Con los años se aprende un montón. Pero ser una persona activa no es malo para el deporte, a lo mejor es incluso mejor.

¿Qué consejo le dieron sus entrenadores que adoptará cuando el entrenador sea usted?

Pues que quien se tiene que poner las metas y quien tiene que trabajar sin que nadie le esté apretando tienen que ser los niños y las niñas. Yo voy a estar allí motivándoles y ayudándoles, pero ellos son los que tienen que trabajar sin que yo les tenga que decir que lo hagan. Es un aprendizaje que no pasa en el primer día. Es una de las cosas que aprendí en los últimos ochos años. Antes no era igual y se nota mucho la diferencia.

¿Tiene alguna línea roja que no quiera pasar cuando se convierta en entrenador?

Lo puedo decir, pero ya se verá cuando me ponga...

El clásico Yo nunca

Siempre dije que no voy a lidiar con los problemas de los padres, pero seguramente me toque.

Aquí en A Coruña hay una gran tradición de patinaje artístico, pero sobre ruedas. ¿Se parecen las dos disciplinas?

Hay partes, pero son deportes muy diferentes. Muchos saltos son iguales, muchos elementos... Pero la sensación de patinar y de movimientos son muy diferentes. A mí se me da mejor el hielo.

¿Probó?

Hace muchísimo tiempo. Tengo pensando comprarme unos patines de línea y a ver qué tal. Me han dicho que se asemeja un poco más al de hielo.

Puede aprovechar y montar la escuela en A Coruña

Sí, la verdad es que sí.

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Javier Fernández presenta en A Coruña 'Revolution on Ice'

Seguro que muchos de los niños y niñas que el 21 de diciembre se acerquen al Coliseum saldrán diciendo que quieren patinar sobre hielo

Sí, porque tendrán la oportunidad de ver uno de los mayores espectáculos de patinaje sobre hielo del mundo. Y esto porque nos lo han dicho otras personas, no porque nosotros lo digamos, que por supuesto que también lo decimos. Es un espectáculo completamente diferente y será muy entretenido.

¿Por qué el deporte inclusivo como causa benéfica?

Porque la historia que se cuenta, de superación, de trabajo, de que nada es imposible, creo que tiene mucho que ver con el deporte inclusivo. Y como soy un deportista, quiero que todo el mundo haga deporte y se necesitan más apoyos. No llegan.

Como ya está retirado, ¿se permitirá algún exceso gastronómico ya que está en Galicia?

No sé a dónde me llevarán... Pero seguramente coma bastante. Me cuido pero sin privarme. Si me gusta, me lo como.

¿Le queda algún sueño?

Uno de ellos es montar un club para dar clases. Otro que los espectáculos hagan que la gente quiera ver más... No sé, tengo muchos y de muchos frentes.

¿Y unas vacaciones?

Eso, eso. Y largas.