La selección española femenina de balonmano inicia el reto de pelear por los puestos altos en el Mundial que acoge Japón hasta el 15 de diciembre, aunque el principal objetivo de las de Carlos Viver es asegurar, al menos, la disputa de uno de los Preolímpicos que le permitan volver al país del Sol Naciente en verano para disputar los Juegos.

El campeonato da únicamente plaza olímpica para el ganador, una misión ciertamente complicada para las Guerreras, cuya realidad de los últimos años no les sitúa entre las grandes candidatas a ese preciado botín. Desde que consiguieran la plata europea en 2014 se ha quedado muy lejos de los puestos de honor y lo más destacado en su sexta plaza en Río 2016.

El Mundial de Japón reparte seis plazas para Preolímpicos a las que no optan los campeones continentales (Francia, Brasil, Corea y Angola) ni el anfitrión, ya clasificado, pero que les obligará a dar un buen nivel a partir del inicio porque es de una gran exigencia y el grupo no da lugar a muchos fallos. El debut será hoy ante Rumanía (10.00 horas) y después esperarán Hungría, Senegal, Kazajistán y Montenegro.