Camino de la undécima. El Deportivo Liceo está a punto de batir un récord histórico, el del mejor arranque de competición del club. Ya igualó a aquel equipo que en la 1991-92 logró diez victorias seguidas y hoy en Taradell (18.00 horas) puede añadir a su palmarés la que sería la número once, algo que los Willy Duarte, José Luis Huelves, Daniel Martinazzo y compañía no alcanzaron, ya que frenaron su racha con un empate contra el Barcelona. Parece que ahora lo tienen más fácil los verdiblancos ante un equipo que ocupa la zona baja de la clasificación, tercero por la cola y que solo ha ganado dos partidos y empatado otro. Pero saben que en el primer momento que bajen la guardia lo pueden pagar muy caro porque ya han tenido desplazamientos a Cataluña muy complicados y que sacaron adelante por solo un gol.

Los viajes son un factor extra a tener en cuenta en los partidos a domicilio del Liceo. Los jugadores se tienen que levantar muy temprano, sobre las cinco de la madrugada, para coger el avión y después desplazarse al hotel al autobús y del hotel, a la pista. En este caso, una pequeña localidad a unos 70 kilómetros de Barcelona. Esto acorta las distancias que puedan haber entre una y otra plantilla. La situación es muy diferente también entre ambos, los gallegos en la cima de la clasificación con 30 puntos de 30 posibles y los locales, con 7, luchando por salir de la zona baja. Un abismo a favor del conjunto que dirige Juan Copa.

Los coruñeses jugarán conociendo de antemano lo ocurrido en el Barcelona-Igualada, el partido que enfrenta a sus dos inmediatos perseguidores. Los azulgrana a seis puntos „pero con un partido menos„ y los arlequinados ya a ocho. Un triunfo, además del ya famoso récord, también supondría tranquilidad para afrontar un tramo final de la primera vuelta bastante complicado porque la cerrarán primero en casa contra el Caldes y después, en Reus. Por el medio, un desplazamiento a Francia para medirse al Saint Omer en la tercera jornada europea. Y a final de mes todavía tocará visitar al Barcelona en el inicio de la segunda vuelta. Alto voltaje.