El Málaga respira fuera de los puestos de descenso un mes después. Después de cinco jornadas sin ganar y obligados a sumar tres puntos ante un rival directo, los de Víctor Sánchez del Amo cuajaron uno de los partidos más completos del curso para imponerse al Tenerife y salir del pozo tras conseguir su segundo triunfo de la temporada en La Rosaleda..

Era de obligado cumplimiento lograr el ansiado triunfo y así lo hizo el cuadro costasoleño. Jugando bien al fútbol, como casi nunca en lo que va de temporada, y con una seguridad atrás que se tradujo en el segundo encuentro consecutivo sin encajar gol. Y Sadiku hizo el resto. El albanés abrió la lata a la salida de un córner a los 27 minutos de partido y luego en el segundo tiempo aprovechó una pena máxima señalada por Ais Reig tras ser advertido de una posible mano desde la sala de videoarbitraje y acudir a la banda a consultar el monitor. Fue una victoria muy trabajada, cocinada a fuego lento.

En otro de los partidos disputados ayer, el Oviedo rompió el maleficio que le perseguía en el estadio de Santo Domingo de Alcorcón, donde venció (1-3), logrando un contundente triunfo que le permite tomar aire y distanciarse de las posiciones de descenso en la tabla, con la que ya marca una distancia de tres puntos.

Javier Fernández-Rozada, entrenador oviedista, parece haber encontrado su equipo y repitió ayer el mismo once que en su victoria en el Carlos Tartiere frente al Rayo Vallecano con el mismo resultado.