El Sporting de Gijón consiguió en El Molinón una importante victoria ante el Ponferradina, tras cinco partidos sin conseguir el triunfo. Objetivo principal del encuentro logrado por los asturianos, pero dejando dudas ante un adversario que llegó con facilidad al área de Mariño.

En un partido sin ocasiones, la Ponferradina, que recibirá al Deportivo el próximo domingo en El Toralín (18.00 horas) llegó mucho, pero solo Yuri fue capaz de inquietar la meta local. El delantero visitante falló una clarísima oportunidad ante la portería local al intentar una complicada vaselina cuando se plantó solo ante Mariño.

Poco a poco el partido comenzó a romperse permitiendo, junto con la entrada de Aitor García, que el Sporting comenzara a pisar el área de Caro con más asiduidad. Borja López y Djurdjevic pusieron a prueba al meta rival mientras que la calidad de Ivi y Yuri no era suficiente para aprovechar las varias ocasiones de las que dispusieron los de Bolo en la segunda parte.

Fue el serbio el que desatascó el partido tras una contra de los rojiblancos. Manu García le cedió la pelota en la frontal y Djurdjevic disparó con potencia, muy ajustado al palo impidiendo que Caro pudiera alcanzar la pelota.

El Almería aprieta

Por su parte, el Almería remontó (3-1) al Mirandés, para ponerse a cuatro puntos del líder Cádiz, mientras que el Huesca sufrió la reacción (0-2) del Rayo Vallecano en El Alcoraz.

El conjunto almeriense sigue su racha de ya 10 partidos sin perder para asentarse en el segundo puesto de ascenso directo. El Cádiz, que juega hoy ante el Elche, se va quedando sin colchón.

El cuadro andaluz sudó en un partido intenso, con mucha protesta al VAR y un expulsado en cada bando. De Sousa adelantó al Mirandés y la expulsión poco después de De la Hoz dejó una cuesta muy empinada para los locales, que en el segundo tiempo remontaron en dos minutos, gracias a Juan Muñoz y Darwin Núñez. Lazo remató la faena.

Además, el Rayo reaccionó tras seis jornadas sin conocer la victoria gracias a una buena actuación en El Alcoraz, donde entrena un rayista de corazón como Míchel, y dos goles de Pozo.