Más de 13.000 kilómetros por carretera entre A Coruña y Katmandú, en Nepal, atravesando doce países por el camino, es la aventura que les espera a Félix Criado e ´Íñigo Gutiérrez. No se puede decir que sea la de sus vidas, porque ambos tienen tantas experiencias acumuladas en sus currículos que valdrían por varias de cualquier otra persona. Los dos alpinistas de la Agrupación de Montañeros Independientes forman parte de la expedición que el vasco Álex Txikon realizará al Everest para intentar convertirse en el primero en hacer cima en invierno. Pero la de los coruñeses comenzó ya ayer y primero cumplirán con una misión humanitaria.

"Entregaremos lo recaudado en el proyecto Montaña Solidaria. Llevamos hornos solares, bombillas eléctricas, material escolar y ropa para las aldeas de la cordillera del Karakorum", explica Criado, que pasará su segundo invierno seguido en la montaña ya que el anterior estuvo en el K2, también con Txikon, sin poder lograr el objetivo de llegar a la cumbre por las malas condiciones climatológicas. "En realidad, después del invierno pasado le había dicho a Álex que necesitaba tranquilidad, pero volvimos en marzo y ya estamos otra vez en movimiento. La suerte y la dureza es que estaremos solos y podemos disfrutar de la montaña en su estado natural", dice.

El camino no está marcado de antemano, aunque sí que tienen unos plazos que cumplir y unas zonas a evitar. "El día 28 tenemos que estar en Islamabad „no solo para entregar sino para recoger el material de la expedición del año pasado„y el 9, en Katmandú. Álex también nos pidió que parásemos a saludar a las personas del Instituto Cervantes de Sofía (Bulgaria)", desvela, "y como hay zonas complicadas, no pasaremos por la frontera entre Turquía y Siria, por lo que subiremos a Armenia para cruzar a Irán, y tampoco atravesaremos Afganistán e iremos más por el sur".

"Va a ser un viaje enriquecedor", continúa, que harán a bordo de un 4x4 cedido por Isuzu „expuesto en el Parrote„. En cuanto al reto deportivo, mientras ellos van en coche, Txikon, que también forma parte de AMI, va a estar en la Antártida "haciendo una serie de mediciones y estudios científicos". Después se juntarán en Katmandú con Txikon y su grupo para tomar rumbo al Ama Dablam, aunque tanto él como Gutiérrez todavía no han reunido el dinero para pedir los permisos. "Son un poco caros en invierno", desvela. "Es una montaña muy bonita y el objetivo es que él se aclimate a su tercer intento en el Everest", asegura Criado. Cuando bajen, los dos coruñeses regresarán a casa mientras y el vasco afrontará el reto junto a Óscar Cardo y Jonathan García, así como con los nepaleses Chhiji Nurbu Sherpa, Pechhumbe Sherpa y Tenjen Sherpa.

"Creo que tiene bastantes posibilidades", predice el coruñés, "actualmente está entre los tres escaladores más fuertes del mundo". Ya fue el primero en conseguir ascender el Nanga Parbat en invierno y el año pasado lo intentó, aunque sin suerte, en el K2. "Dependes mucho de la suerte, de que las condiciones no aprieten. Pero si no estás allí, no lo puedes intentar. Él lleva un aprendizaje continuo y en cada intento tiene más garantías de éxito", concluye. Pase lo que pase, por cierto, el todoterreno se quedará allí. Porque ya tienen planeado regresar en junio. "Y volver haciendo la ruta de la seda", adelanta.