La selección española femenina volverá a pelear, ocho años después, por las medallas en un Mundial, tras lograr la clasificación para las semifinales en Japón, gracias al triunfo (26-23) de Montenegro sobre Suecia.

El conjunto español, que cayó por 26-36 ante Rusia, necesitaba que Suecia no venciese a Montenegro, una posibilidad que comenzó a tomar forma gracias a los tres goles de ventaja (19-16) con los que el conjunto balcánico superó el ecuador del segundo tiempo. Diferencia que el equipo montenegrino, que se jugaba asegurarse un puesto en los torneos preolímpicos, logró conservar gracias a la sobresaliente actuación de Batinovic. La portera encarriló el triunfo balcánico con una parada en un contraataque a poco más de minuto y medio.

La historia de las Guerreras se encuentra ligada a la de Noruega (mañana a las 12.00 horas), una de sus bestias negras particulares y gran dominador del balonmano femenino internacional en la última década. La semifinal de Kumamoto será la cuarta ocasión en que ambos cruzarán sus caminos en la lucha por las medallas. Cuatro encuentros que concluyeron siempre con el triunfo de Noruega, aunque no todas las derrotas dejaron el mismo sabor de boca para el conjunto español.