El Deportivo Liceo mostró ayer sus verdaderas aspiraciones y su potencial en la visita a la siempre complicada pista del Reus, donde disputó uno de los partidos más serios de la temporada ante un rival que no pudo nunca con el buen planteamiento defensivo de los jugadores de Juan Copa, que controlaron en todo momento a Álex Rodríguez y Marc Julià.

El choque se puso pronto de cara para los coruñeses que, con una salida mucho más valiente que la del cuadro catalán, se adelantaron pronto con un tanto de Bruno di Benedetto. Tras verse con el marcador en contra, y con la entrada de Álex Rodríguez en pista, los locales empezaron a amenazar desde la distancia.

Sin pasar muchos apuros atrás, el Deportivo Liceo logró el segundo gol tras una acción un tanto afortunada en la que Maxi Oruste terminó por introducir, con la ayuda de un defensor, la bola en la meta de Ballart. Con dos goles de ventaja, la segunda parte no pudo comenzar mejor para los coruñeses que aprovecharon un penalti transformado por Dava Torres para ponerse 0-3.

El partido entró entonces en un ida y vuelta en el que los visitantes gozaron de varias contras para sentenciar, pero unas veces el meta local y otras los palos (Roberto di Benedetto, Dava y Maxi) evitaron que los de Copa finiquitaran el choque.

Los jugadores del Reus se fueron a por todas en búsqueda de un tanto que les metiese en el encuentro. Ahí emergió la figura de Carles Grau para sostener a su equipo. El meta liceísta detuvo hasta tres penaltis a Álex Rodríguez, César Carballeira y Salvat, y desvió varios lanzamientos desde lejos muy peligrosos aunque ya no pudo con una falta directa de Álex Rodríguez.