La Fiscalía Anticorrupción recurrió ayer la decisión, tomada por el Juzgado de lo Penal número 7 de Valencia, de absolver a los futbolistas del Zaragoza y del Levante que habían sido acusados de un presunto amaño en la temporada 2010-11 en un partido en el que el equipo aragonés venció en Valencia y logró la permanencia, al tiempo que provocó el descenso del Deportivo. El fiscal considera que hay una ausencia de explicación "lógica y conjunta" de los indicios que considera que sí quedaron acreditados durante el juicio.

Los jugadores se habían visto implicados en esta acusación a raíz del partido que se disputó entre ambos equipos el 21 de mayo de 2011, en el Ciutat de València, durante la última jornada de Liga y en el que los aragoneses ganaron por 1-2 y evitaron el descenso de categoría.

Por ello, la Fiscalía pide que se condene por la existencia de corrupción deportiva „junto con el que ya se ha condenado por falsedad„ o que, de forma subsidiaria, al haberse producido una "desconexión probatoria e ilógica" entre indicios y sentencia, que se anule este fallo para que se dé una nueva motivación o la realización de una vista con otro magistrado "a los efectos de realizar una valoración probatoria ajustada y que comprenda toda la documentación aportada".

Así consta en el recurso, al que ha tenido acceso Europa Press, contra la sentencia del magistrado de lo Penal número 7 de Valencia que no encontró pruebas de que el dinero salido de las cuentas del Zaragoza fuera destinado a los jugadores del Levante por dejarse perder y, por tanto, rechazó que ese encuentro fuese amañado.

Sin embargo, para Fiscalía, la conclusión que obtuvo el magistrado en la sentencia no resulta razonable en la lógica "ni en la experiencia humana" ya que los indicios acreditados y valorados, en conjunto, "son los que permiten concluir una condena" por corrupción deportiva. Para el fiscal Anticorrupción, el magistrado alcanza unas conclusiones fácticas "incoherentes" con los indicios que él mismo da por probados y que están apoyados en datos objetivos, informes, documentos bancarios y libros contables.

El magistrado absolvió a los 42 acusados del delito de corrupción deportiva por el que fueron procesados y condenó a dos directivos del club aragonés por falsedad en documento privado: el expropietario, Agapito Iglesias, y el director financiero Francisco Javier Porquera. A cada uno les impuso un año y tres meses de prisión.

Para el magistrado, ambos directivos justificaron fraudulentamente la salida de 1.730.000 euros de las cuentas del Zaragoza con el pago de primas especiales a sus jugadores por lograr la permanencia en Primera División. El pago de esas primas no era real y se fingió "para ocultar la salida del dinero ante la inminente declaración de concurso de acreedores de la entidad".

Iglesias y Porquera acordaron que se contabilizaran "mendazmente" esas disposiciones de efectivo "como si se tratara del pago a los jugadores del Zaragoza de una prima especial por permanencia en Primera", según la sentencia. Ambos decidieron que luego se confeccionaran "nóminas y un recibí colectivo, firmado por el capitán del equipo, que las justificaran documentalmente, tanto externamente frente a la Agencia Tributaria, como internamente, dentro del concurso, frente a los administradores concursales y acreedores".

El juez exculpó de esta maniobra a un tercer acusado, el exconsejero del Zaragoza Francisco José Checa, porque entendía que no constaba que actuara realmente como consejero desde su nombramiento. El fiscal subraya que, en este caso, ha quedado acreditado que se retiró una importante cantidad de dinero del Zaragoza "sin ninguna justificación, utilizando a los jugadores y bajo el supuesto abono de primas".

Igualmente los jugadores del Levante sufrieron una "importante disminución" de disposiciones en efectivo y por tarjeta tras el partido, en especial para gastos diarios, y que la actual directiva maña descarta.