Green colgó el cartel de no pasarán, Kamba se devoró el duelo con su intensidad, Hamilton hizo suya la zona, Jeff Xavier ajustició desde el perímetro en los momentos calientes... Muchos protagonistas tuvo el ajustado triunfo del Leyma en el derbi ante el COB (72-65), pero solo un padre: la defensa. Fue una victoria de manos largas, de apuntillar tiros, de culo al suelo. Cuando el Leyma recordó al final del tercer cuarto que ese era el camino, el sendero de la victoria se despejó para el batallón de Sergio García, que se coloca a un triunfo de la cabeza (11-5) y sueña con la Copa del Príncipe. Hasta entonces fue un choque de impulsos que el conjunto naranja no fue capaz de domar ante un COB, digno y al máximo, pero un peldaño por debajo, con menos rotación y excesivamente dependiente de Balaban (23 puntos). El triunfo para el Leyma acabó cayendo por su propio peso.

A Sergio García se le había visto obsesionado en la previa con que su equipo corriese. Tenía miedo a caer en la tela de araña ourensana, en el juego lento, en la ofuscación. Y, en parte, logró su objetivo. Fue un partido suelto, a veces sin dueño y algo deslavazado, pero con ritmo, mucho ritmo en sus primeros compases. Eso sí, nada ni nadie le libró de vaivenes en el marcador y de sobresaltos. Mientras Balaban martilleaba el aro, el Leyma cogía la batuta con un despliegue coral, la presencia interior y los tapones de Green, la hiperactividad de Djuran y la buena mano, cual bisturí, de Jeff Xavier. Llegó a colocarse 22-15 dominando el rebote y el partido, pero pronto cayó un agujero negro que le llevó al 22-26 y del que amenazó con no salir. El COB, aseado, tiraba de pase extra, de un buen tiro exterior y de las facilidades naranjas para plantar cara. El Leyma se rehizo con Hamilton y ocho puntos seguidos del inspirado Kamba. 40-36, al descanso.

El Leyma salió decidido tras el paso por los vestuarios agarrado a un Hamilton, de nuevo, dominador tras llegar al encuentro con molestias físicas. Pronto el COB igualó a base de triples y aguantó las espaldas en alto (55-53) hasta que el Leyma se acordó de defender. Mientras se fajaba en su aro, aparecían Jeff Xavier, Peciukevicius y casi todos para apuntarse una fiesta que el Palacio disfrutó, como casi siempre últimamente. La dulce rutina de ganar.