El Deportivo Liceo se sacudió ayer las dudas con las que había iniciado 2020. La derrota contra el Noia queda por tanto olvidada gracias a un gran partido contra el Palafrugell, al que se impuso por 2-9 demostrando mucha eficacia, velocidad, presión y solvencia defensiva. Solo encajó dos goles, ambos de directas y ambos iguales. Ferrán García picó la bola, la aguantó en el stick para esperar que Grau estuviera descolocado y batido. Es decir, una genialidad. Fue la única manera de que los catalanes le metiesen mano a un conjunto verdiblanco inabordable y con mucha garra, que se asienta en la segunda plaza de la OK Liga a la espera de su próximo duelo, el sábado en el Palacio ante el Saint Omer francés.

El del Palafrugell fue casi un trámite. Ya lo había sido en la primera vuelta, con el 10-0. Y desde el inicio se comprobó que el encuentro seguiría por los mismos derroteros. En el minuto dos, Marc Grau anotó el primero y después, asistió a Roberto di Benedetto para el segundo. Recortó García con la primera de sus directas „por azul a Grau„, un espejismo porque antes del descanso Maxi Oruste, de nuevo Roberto di Benedetto „que falló una directa„ y dos seguidos de Dava Torres sentenciaron (1-6). El capitán anotó el séptimo a la vuelta de vestuarios y completaron la goleada Grau y Bridge antes de que García maquillase de directa.