"¿De dónde habrá salido este tío? Ojalá se quedara mucho tiempo". La grada de Compañía de María se rendía el sábado a Nuno Paiva. El run run cuando recibía la bola presagiaba el peligro que atesora su stick, que se puede inventar un gol cuando menos se lo espera el rival. El jugador portugués. fichado de la cantera del Oporto, termina la primera vuelta de la OK Plata como el pichichi de la liga con 19 tantos en once partidos, seis de ellos en los dos últimos para protagonizar dos importantísimas remontadas de su equipo. "Unos ayudan con goles y otros con paradas, como Lago en la portería, cada uno con lo que puede", se resta méritos. La primera de esas remontadas fue en Jolaseta, cuando los coruñeses perdían por 4-1 y le dieron la vuelta al marcador en siete minutos hasta el 4-5, los dos últimos de su obra, el quinto a falta de diez segundos para la bocina. La siguiente fue el sábado en el pabellón colegial y ante el hasta entonces líder Manlleu, que en el minuto 40 mandaba por 1-3, momento en el que el luso sacó la metralleta para el 4-3 final.

Dos resultados que impulsan al conjunto dirigido por Alejandro Canosa hacia la permanencia. El descenso queda ahora a seis puntos llegados ya a la mitad de la competición. Pero ya no es cuestión de matemáticas, sino de sensaciones. En su estreno en la elite, el CDM, con jugadores de la casa y dos refuerzos „además de Paiva, el madrileño Javier Jurado„ está siendo muy regular y dando la cara en cada partido. No ha perdido ninguno por más de dos goles de diferencia, en el derbi frente al Liceo por 4-2 y contra el Tordera por 1-3. "Estamos todos los partidos luchando. Siempre intentamos ganar, pero si no al menos puntuar", asegura el portugués, que vaticina la permanencia: "Si seguimos jugando así nos mantendremos y además con un buen puesto en la clasificación".

Él está siendo una de las revelaciones de esta primera parte de la temporada. No era un desconocido, pero tampoco tenía un extenso currículum a sus espaldas. Llegó procedente de la cantera del Porto, donde jugaba en el filial. E incluso antes había puesto un paréntesis a su relación con el hockey sobre patines para dedicarse a sus estudios de marketing. Así que una vez terminada la carrera, quiso darse una oportunidad para disfrutar de su deporte de otra manera. "Me apetecía vivir la experiencia de salir de casa. pensaba que si no lo hacía me iba a arrepentir", reconoce. Lo llamaron de Compañía de María y vino a probar en el torneo veraniego. "Sentí que el club era como una familia, que todos eran amigos fuera y que eso se transmitía en la pista, en la forma de jugar", recuerda. Pero tenía otras ofertas y le costó un poco más decidirse. "Me encantaron las personas de Compañía y la ciudad de A Coruña. Hay ciertas cosas que valen más que otras y todo eso está por encima", recalca. Es feliz en su nuevo destino y eso se nota sobre la cancha. Su rendimiento seguro que hace que le empiecen a llover otras ofertas. "Ya se verá. Voy a disfrutar de lo que me queda aquí que no sé si es un año, dos o tres. Hay que esperar", concluye.

OK Bronce

El equipo sénior de Compañía de María se proclamó campeón gallego y ya está clasificado matemáticamente para disputar la OK Bronce a falta de dos jornadas para el término de la competición autonómica, que lidera con tres puntos de margen sobre el Escola Lubiáns de Carballo, también con billete para la liga nacional. El año pasado el debut de esta categoría sirvió de lanzadera para que el Dominicos y el propio Compañía de María se reuniesen con el Liceo en la OK Plata. El ascenso era menos complicado que en esta temporada, pues de ocho lograron el premio gordo cuatro „además de los coruñeses, Jolaseta y Oviedo Booling„. En esta ocasión, solo será uno el que consiga el billete y el segundo se lo jugará con el también segundo clasificado del grupo sur. Lo que no cambia es el número de participantes, ocho, tres gallegos, tres asturianos y dos de la liga norte que comprende a País Vasco, Cantabria, Castilla y León, Navarra y Aragón.