La Real Sociedad se clasificó por la puerta grande para las semifinales de la Copa del Rey tras asaltar el Santiago Bernabéu (3-4) en una exhibición ofensiva del sueco Isak, que participó en los cuatro goles de los vascos, y bajó de la cresta de la ola a un Madrid que no estuvo a la altura ni del partido ni del nuevo formato copero.

Los merengues tropezaron en la misma piedra que las últimas cuatro temporadas, todas ellas perdiendo en casa (Barça, Celta y Leganés), siendo incapaz de superar los cuartos de final, el techo de Zidane. El francés se equivocó en el planteamiento y el equipo perdió toda condición de fiabilidad.

La Real ofreció su potencial sin reservas y fue con el cuchillo entre los dientes desde el primer asalto. La conexión entre Odegaard y Isak fue letal para una zaga descompuesta, descosida y abatida. Un trallazo del sueco fue aprovechado por Odegaard para batir a Areola entre las piernas. Barrenetxea hizo el segundo y el propio Isak el tercero. Marcelo se agarró a la esperanza recortando, pero Merino volvió a dejar en evidencia la improvisada defensa blanca. Fue el momento de tirar la casa por la ventana. Pero los goles de Rodrygo y Nacho no furon suficientes para la remontada.