Las opciones de María de Valdés de estar en Tokio 2020 siguen intactas. La nadadora del Liceo superó ayer la primera criba que tendrá de aquí a los que pretende que sean sus primeros Juegos Olímpicos. En la Copa del Mundo de Doha (Qatar) servían como selectivo español. Solo las dos primeras clasificadas, de las cuatro que acudieron a la cita, se ganarían un billete para el Preolímpico. La andaluza, que reside en A Coruña donde entrena a las órdenes de Jesús de la Fuente, fue vigesimonovena en general, segunda española en llegar a la meta por detrás de Paula Ruiz, y a finales de mayo estará en la localidad nipona de Fukuoka para intentar superar la última criba. Ahora tendrá que seguir trabajando porque el nivel sube.

La que se quedó sin plaza fue la ribeirense María Vilas. Ella fue la cuarta de las españolas, incluso por detrás de la júnior María Claro. Pagó unas condiciones durísimas con un temperatura del agua superior a los 17 grados y que hizo obligatorio el uso del neopreno. La prueba además salió rápida, con un grupo de unas treinta nadadoras que no se deshizo hasta el final, cuando empezaron a tirar las favoritas, con muchos nombres importantes como el de la brasileña Ana Marcela Cunha o el de la holandesa Sharon van Rouwendaal. La que mejor aguantó el ritmo fue Ruiz, que llegó a 36 segundos de la cabeza. De Valdés, que estuvo concentrada durante casi todo el mes de enero en Pretoria (Sudáfrica) con el grupo de Fred Vergnoux y Mireia Belmonte, tardó dos minutos más que su rival.

Opciones en piscina

La del Liceo no se lo juega todo a una sola carta. También tiene opciones de clasificarse para los Juegos en la piscina. Ya tiene la mínima exigida en la prueba de 800 libres, pero de nuevo tendrá que jugárselo con sus compatriotas. Solo hay dos plazas por país y en España hay tres candidatas. Una es Mireia Belmonte, que parece fija. La otra será para ella o para Jimena Pérez. El Campeonato de España Open, que se disputará en abril, será el que dicte sentencia. Dos meses por delante para la siguiente criba.