Alberto Seoane e Irene Martínez eran dos nombres que sonaban fuerte como representación coruñesa para los Juegos de Tokio 2020. El jugador de tenis de mesa adaptado ya había estado en los de Río 2016, de donde regresó con dos diplomas, y la halterófila se había quedado a las puertas, pero con muchas opciones de estar en los siguientes. Sin embargo, dos inoportunas lesiones, de rodilla en el caso de él y de muñeca en el de ella, justo dos partes indispensables para sus disciplinas, se han interpuesto en su camino olímpico. Martínez ya ha tenido que renunciar a su sueño, por lo menos en el futuro más inmediato ya que, aunque se replantea su futuro, no descarta aguantar un nuevo ciclo hasta París 2024. Seoane sigue luchando por él tanto a nivel deportivo, con dos citas importantes en los próximos meses, como económico a través de una campaña de crowdfunding en sporti.es.

Buena parte del dinero que recaude irá para pagar la intervención con células madre „similar a la que pasó Rafa Nadal„ que necesitó su rodilla, unos 6.600 euros. El coruñés se lesionó el pasado mes de agosto, en la pretemporada, y después de bajar el ritmo sin que mejorara el dolor, en octubre los médicos le aconsejaron pasar por el quirófano. "Volví a entrenar en el mes de enero. Al principio con problemas, pero ahora ya me noto mucho mejor, que voy avanzando muy rápido", dice. Lo necesitará porque ya el próximo mes tendrá dos citas importantes pensando en Tokio con dos torneos internacionales. Necesita subir dos puestos en el ranking „es decimotercero y entran once„, los que bajó al no poder competir. "Me perdí el Europeo y dos o tres torneos a los que hubiese ido seguro", recuerda. A 31 de diciembre se cierra el plazo, y si no lo consiguiera tendría otra oportunidad en mayo en el Preolímpico, donde se reparte el último billete.

También en mayo tiene ahora centrado su objetivo Irene Martínez. Ella regresó a la competición el pasado fin de semana en la Copa de España. Con un mes de entrenamiento, se había fijado el ambicioso objetivo de conseguir la mínima para el Campeonato de España. "Pero no me salió bien así que ahora, como no hay Mundial, solo me queda el Campeonato de España, que espero por lo menos hacer una buena marca que me deje un buen sabor de boca", dice. Su muñeca llevaba mucho tiempo sufriendo. Dos años. Demasiado. Y el pasado le dijo basta. El primer aviso fue que no se clasificó para el Europeo. Después no lo hizo para el Mundial. "Ahí se acabaron mis opciones de estar en Tokio y era el momento de operarse", recuerda.

En enero volvió a entrenar, pero la muñeca no respondió bien. El dolor sigue y acaba de pasar por una infiltración. Una estrategia para intentar regatear a la lesión ha sido bajar la categoría en la que compite, de 64 a 59 kilos, para soportar menos peso en la muñeca. Otro tipo de peso fue el anímico. "Es duro cuando tus compañeros empiezan con sus rutinas para preparar grandes competiciones y tú no puedes", reconoce. Pero decidió ser positiva: "Yo me lo tomo con ganas. Tanto tiempo sin poder entrenar y competir que hace que ahora tenga muchísimas más ganas".

También reconoce, sin embargo, que se replantea su futuro. "A mí me gustaría aguantar otro ciclo olímpico, pero a veces la cabeza se cansa de estar siempre con dolor", explica. Le queda al menos otro año más en Madrid, donde entrena en el Centro de Alto Rendimiento desde hace once temporadas, para terminar también sus estudios de Fisioterapia. Tiene 28 años y mucho futuro. Lo mismo que Seoane que, a sus casi 33, descubre una nueva faceta como presentador en Teledeporte de un espacio dedicado al deporte paralímpico. "Es muy divertido", confiesa.