El RB Leipzig consiguió un triunfo de mucho prestigio al derrotar al Tottenham, actual subcampeón de Europa, en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones gracias a un gol de Timo Werner desde el punto de penalti, aunque los alemanes merecieron mejor suerte y conseguir una renta más amplia.

El equipo dirigido por el joven Julian Nagelsmann, revelación en la Bundesliga la temporada pasada y segundo en la actualidad, fue absoluto dominador del encuentro y puso contra las cuerdas al cuadro londinense, sobre todo en la primera mitad. Entre Schick y el goleador Werner, la defensa de los Spurs que acabó sonrojada. No llegó el segundo de los germanos, pero tampoco el empate del Tottenham, que ha complicado sobremanera su supervivencia en la competición.