El Barcelona ha aparcado su crisis institucional, penalizada en forma de pañolada hacia la directiva, con una contundente goleada ante el Eibar liderada por el argentino Leo Messi, que con un póquer ofreció al conjunto azulgrana, en el que debutó el delantero danés Martin Braithwaite con dos asistencias, el liderato provisional y cargó de moral al equipo antes de una semana clave en la que se enfrentará al Nápoles y al Madrid.

Antes de inaugurar los octavos de Champions el martes en San Paolo, los barcelonistas lograron una contundente victoria y metieron presión a una semana del trascendental clásico del Bernabéu.

Una vez más, Messi salió al rescate del equipo en una semana dura para asentarse al frente de la clasificación de máximos goleadores con 18 tantos. El cuadro vasco, por su parte, encaja su sexta derrota en otros tantos partidos en el Camp Nou en la máxima categoría y se queda con solo dos puntos de renta sobre el descenso.

La tensión de toda la semana, en la que se desveló que la empresa contratada por el club para monitorizar las redes sociales se dedicaba a criticar a opositores a la actual Junta Directiva e incluso a actuales jugadores del primer equipo, estalló con la llegada de Bartomeu y los suyos al palco del Camp Nou.